Pese a que no hay norma que los obligue, la tradición tiene como víctimas primordiales de esta mala práctica a los trabajadores que atienden las mesas.
"Yo, como empresario, no pago; lo pagan ellos", confirmó el dueño de "Donde Zacarías".
"Uno no cobra por adelantado porque los clientes se molestan. No podemos defendernos", dicen los garzones.
Locatarios y garzones representantes de restoranes del centro de Santiago están pidiendo que las autoridades tipifiquen como delito e impongan penas ejemplificadoras en contra de quienes incurren en la vieja práctica de comer y huir sin pagar: el tristemente célebre "perro muerto".
Liderados por Zacarías Alarcón -dueño de "Donde Zacarías-, y en una reunión con el diputado RN Jorge Durán, los trabajadores testimoniaron cómo los afecta este tipo de hechos.
"Los afectados son los garzones. Yo, como empresario, no pago el 'perro muerto', lo pagan ellos (los garzones o garzonas), pero los defiendo: esto no puede ser, es un delito que debe ser castigado porque es un robo, lo mismo que pasa en una tienda en que entran a robar", dijo Alarcón, según consigna este jueves Las Últimas Noticias.
El diario recogió también la voz del garzón dominicano Juan Carlos Moreta, del "Bar Santiago", quien contó que ha pagado alrededor de cuatro cuentas de 30 ó 40 mil pesos cada una en el año.
"(A los cultores del 'perro muerto') uno los ve bien vestidos, no parece que harán eso, y uno no les cobra por adelantado porque se molestan. Pero si tú los agarras y les pegas, vas preso tú también... No podemos defendernos", lamentó.
"Debe regularse"
El diputado Durán explicó al matutino que no hay una normativa que obligue a los mozos a pagar, pero la práctica se basa en la costumbre.
"En algunos restoranes el costo es compartido y, en otros, le atribuyen toda la responsabilidad al garzón por no estar atento a las mesas que debe atender y a cobrar la cuenta en tiempo oportuno. Esto no está normado y debe regularse", apuntó.
