Gobierno busca facilitar llegada de trabajadores extranjeros
Para ello busca modificar la Ley de Extranjería.
El proyecto del Ejecutivo se enviará en los próximos días al Congreso.
Para ello busca modificar la Ley de Extranjería.
El proyecto del Ejecutivo se enviará en los próximos días al Congreso.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, anunció este martes que en los próximos días se enviará al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Extranjería con el objetivo de dar cabida en el mercado laboral al creciente número de inmigrantes que están llegando al país.
"Lo que buscamos es cambiar el actual sistema de otorgamiento de visas y residencias, para ir a un sistema y planificación nacional en relación a los inmigrantes", señaló el titular de Interior.
El ministro no dio más detalles de la nueva normativa, aunque dio a entender que además se modificará el Código del Trabajo para que las empresas puedan contratar a una mayor cantidad de extranjeros.
Chadwick consideró que les leyes migratorias deben abordarse en Chile pensando en el futuro, dado el aumento en la llegada de inmigrantes y la necesidad de mano de obra en algunos sectores clave de la economía chilena, como la minería, la sanidad y la construcción.
"Estamos recibiendo de distintas partes del mundo, especialmente de Latinoamérica, una cantidad importante de personas que vienen al país a buscar trabajo y mejores aspiraciones de vida, y eso obviamente requiere una regulación distinta a la que hemos tenido durante tantos años", apuntó.
Cifras
Según cifras del Departamento de Extranjería e Inmigración, en 2011 se entregaron 41.344 visas de trabajo, frente a las 32.403 otorgadas en 2010.
Esas cifras, sin embargo, reflejan solo una parte del fenómeno migratorio, ya que los extranjeros que llegan a Chile pueden solicitar también visas temporales que, al cabo de un año, dan derecho a solicitar la permanencia definitiva.
Chadwick señaló que el proyecto de ley debe ser revisado por el presidente Sebastián Piñera, que mañana regresa al país tras una gira de once días por varios países europeos y Turquía, antes de que se discuta en el Parlamento.