El presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones, Juan Araya, explicitó en Cooperativa su molestia ante la extensión del paro de los trabajadores portuarios, que cumple ya su día 18, tiempo en el cual su sector "no gana un peso".
Araya ratificó la voluntad de los camioneros para iniciar movilizaciones ante la falta de soluciones: "Estamos más que preocupados ya (...) Generalmente los camioneros de los puertos son micro y pequeños empresarios que trabajan al día"
"Hace 15 días que no hay dinero para pagar a los choferes, para pagar las imposiciones, etcétera. Creemos que este tema del paro ya se pasó de madre, todos se tiran la pelota unos con otros y los únicos afectados son los productores agrícolas y nosotros los camioneros", agregó.
"Nosotros queremos que se reviente el sistema. Alguien tendrá que cortar el éste (sic). Si nosotros participamos en movilizaciones es porque la gente nuestra está desesperada, no tiene trabajo", advirtió el dirigente.
"Nosotros queremos, por nuestra parte, que este asunto reviente, porque hay puras conversaciones... Recién ayer el Gobierno está conversando con los trabajadores. Llevamos 18 días en que no se conversó con los trabajadores. Los navieros ve sus intereses personales, pero pierde el país. ¿Cuántos trabajadores de la fruta están sin poder trabajar?", insistió el empresario.
Voluntades de lado y lado
Las peticiones por el pago retroactivo de la media hora de colación y el derecho a la libertad sindical en Mejillones siguen siendo los motivos tras el conflicto, que mantiene a 17 puertos movilizados de manera indefinida y dos de forma parcial.
Ayer lunes se concretó un encuentro considerado "clave": se reunieron en San Antonio el presidente de la Asociación de Exportadores, Ronald Bown; directivos de la Sociedad Nacional de Agricultura y el vocero del Frente de Trabajadores Portuarios, Sergio Vargas.
Según confidenció a Cooperativa el timonel de Asoex, se avanzó "bastante" para solucionar el conflicto: "Tenemos un entendimiento claro de su situación (de los paralizados). Así también la tenemos respecto de lo que el Gobierno ha estado realizando, los esfuerzos que está haciendo, y lo que hemos tratado es juntar, aunar voluntades con el objeto de que esto se pueda solucionar a la mayor brevedad", afirmó.
"La gran lección es que éste no es el único problema y que también tenemos que abordar la situación portuaria del país, buscarle una nueva dimensión, una nueva institucionalidad que nos permita tener por lo menos, en el mediano plazo, cierta tranquilidad para realizar nuestras actividades", manifestó Ronald Bown.
Para seguir dando señales de voluntad para negociar un grupo de dirigentes portuarios desembarcó en Santiago intentando agendar alguna reunión.
"Viendo toda la televisión, los ministros, todos hablando que están dispuestos al diálogo, todo lo demás, nos hacen llamadas telefónicas, que podamos sentarnos, conversar, entonces decidimos que vamos a Santiago a decir: 'Aquí estamos, conversemos'", explicó el vocero de la Unión Biobío, José Agurto.
"El Gobierno ha sido poco comprometido, ha mostrado cero sensibilidad y cero diálogo y acercamiento. No han mostrado una postura donde llamen públicamente a la empresa a sentarse a una mesa", criticó, en tanto, Enrique Solar, vocero de los trabajadores de Mejillones.
El rol del Gobierno
En tanto, los empresarios agroexportadores siguen lamentando pérdidas económicas, que ya cifran en 175 millones de dólares.
El tema también complica en la Cámara Aduanera de Chile, donde se efectúan los trámites de documentación para las empresas en lo que respecta a las exportaciones e importaciones. El presidente del gremio, Felipe Serrano, pidió un rol más proactivo del Gobierno en las negociaciones, pues hoy los efectos son millonarios y ya se sienten con fuerza en la industria del retail y alimentación.
"El Gobierno dice que son cosas entre privados, pero también los puertos son de todo Chile, por lo tanto, tiene que hacer algo. Han mandado a la fuerza pública, pero no hay gente para manejar las grúas y hay montones de cosas que funcionan así", lamentó.
"Todo esto se mueve con grúas, con equipos, con seguridad, entonces hay que tomar planes de trabajo y hablar nuevamente con los sindicatos, etcétera, para ver qué es lo que dicen, pues; si está parado todo Chile y cada día es peor", dice Serrano.
El Ejecutivo, en tanto, defiende su rol negociador e intermediario y asegura que se trabaja fuertemente por entablar una mesa de consenso. Ayer se sucedieron extensas reuniones en el Palacio de La Moneda buscando soluciones, por lo que se espera que las próximas 48 horas sean claves en este sentido.
"El Gobierno, obviamente, está haciendo el mejor de sus esfuerzos y notemos parado ni un minuto en buscar la posibilidad de alcanzar un acuerdo y de garantizar el funcionamiento de los puertos", dijo el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
"Todos sabemos que la paralización de los puertos genera un daño económico muy grande al país, así que nos afecta en términos generales, globales. Se paraliza a otras actividades, como el transporte, los camioneros. Conscientes de ese daño que se produce es que estamos haciendo todos los esfuerzos para que las empresas y los trabajadores puedan llegar a un acuerdo", indicó el jefe de gabinete.
Los efectos del paro portuario han cruzado las fronteras de Chile. En Bolivia se habla de pérdidas de un millón de dólares diarias, debido a la paralización en Iquique.
Empresarios de aquel país buscan en la Región de Tarapacá alguna medida especial para que los 200 camiones que permanecen estáticos en Alto Hospicio puedan volver a transportar carga.