La familia de Nelson Quichillao, el trabajador contratista de Codelco que murió la madrugada del viernes en El Salvador, se mostró incrédula frente a la versión entregada ayer por la Fiscalía en la que se indicó que el trabajador murió por el "rebote de un proyectil balístico".
El antecedente fue entregado por el fiscal a cargo del caso, Julio Artigas, quien informó que "las diligencias administrativas" dieron cuenta que Quichillao perdió la vida al ser "impactado por el rebote de un proyectil balístico" de Carabineros.
"Ayer me contaron unos compañeros de trabajo de él, que estaban ahí al lado, que no fue una bala de rebote", dijo este domingo Irene Quinchillao, hermana del fallecido.
"Me dijeron que las balas venían, venían, venían y tiraban para todos lados", agregó la mujer.
En este contexto, José Quichillao, otro hermano del fallecido, adelantó que iniciarán acciones legales.
"Voy a reunirme con mis hermanos y mi familia para determinar los pasos a seguir, porque esto no puede quedar así. Vamos a tomar las acciones legales correspondientes", afirmó.
Los funerales del trabajador se realizaron a las 13:00 horas de este domingo en el Parque Cementerio La Cantera del Puerto de Coquimbo.
Gobierno: Investigación aún no culmina
Tras conocer el resultado de los peritajes, el intendente de Atacama, Miguel Vargas, comentó que "hemos tomado conocimiento de las presentes declaraciones hechas por el fiscal, que van dando indicios de cómo avanza el proceso de investigación. Pero éste todavía no culmina, por lo tanto, hay que ser muy cauto respecto de todo este proceso".
"Agotada la investigación, el Gobierno evaluará las decisiones a seguir. Esperamos pueda culminar en el menor tiempo posible para tranquilidad de los familiares, de los propios trabajadores. Son trabajadores de las empresas contratistas, por lo tanto todos, por cierto Codelco, tienen algo que decir al respecto", afirmó.
Por su parte, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, manifestó su persa tanto a la familia como a la comunidad trabajador, señalando que "es un hecho que enluta a nuestro país. Hoy días son los funerales en Coquimbo y sin lugar dudas lo lamentamos".
"Esperamos que las investigaciones que está llevando a cabo el Ministerio Público, y que en este caso corresponde al Ministerio del Interior encausar, lleguen a resultado y que nunca más se repitan estos hechos", añadió.
Ánimos exacerbados
Tras la muerte de Quichillao, autoridades locales coinciden en que hay una tensión en el ambiente debido a la molestia de los trabajadores de Codelco que mantienen la mina de El Salvador tomada y el tránsito cortado en dirección a la misma.
Así lo aseguró el alcalde de Diego de Almagro, Isaías Zavala, quien enfatizó en que Codelco tiene que encabezar el diálogo y "tiene que también responder por qué utilizaron por qué utilizaron las armas de fuego y por qué atacaron de noche, por qué atacaron a la población de El Salvador tirando gases lacrimógenos".
"Aquí a Carabineros lo metieron en este tema, aquí lo que tendría que haber hecho Codelco es haberse sentado a negociar y haberles dicho ahí en la mesa a los trabajadores 'miren, el precio del cobre está mal'. Alguien tiene que tomar cartas en el asunto. Están exacerbados los ánimos aquí en El Salvador y en Diego de Almagro", puntualizó.
El presidente de la Confederación de los Trabajadores del Cobre, Manuel Ahumada, señaló que Codelco no tiene disposición para destrabar el conflicto.
"Har responsabilidades de la autoridad política, de la alta dirección de Codelco. De cada 100 trabajadores, 71 somos contratista", apuntó.
"Codelcto dice que el aucerdo le cuesta 120 millones de dólares y producto de las movilizaciones están perdiendo 27, entonces ya con cuatro días de movilizaciones podrían haber doblado el actual acuerdo que tenemos", sentenció Ahumada.