La aerolínea LAN informó de una serie de medidas para "minimizar" el impacto que podría tener la huelga del Sindicato de Tripulantes de Cabina de LAN Express.
Por medio de un comunicado, la empresa dijo que, tras "un largo proceso de negociación colectiva", no logró llegar a un acuerdo con los trabajadores, quienes aprobaron la huelga, la que se haría efectiva a partir tras del 8 de abril.
"Ante esta eventualidad, y como una forma de minimizar el impacto que podría tener en nuestros pasajeros, la compañía se ha visto obligada –con anticipación- a tomar una serie de medidas como la cancelación y reprogramación de algunos vuelos dentro del territorio nacional", indicó la aerolínea.
"LAN lamenta nuevamente las molestias e inconvenientes causados a nuestros pasajeros y reitera su voluntad de continuar trabajando para superar esta situación. La compañía tiene un compromiso con el país y sus pasajeros, conectando a Chile y sus regiones, especialmente ante los difíciles momentos que aún viven miles de compatriotas en el norte del territorio", agregó la empresa en el texto.
La compañía destacó que está tomando "contacto con los pasajeros afectados y agencias de viaje, para informarles la situación de sus vuelos y ofreciendo opciones para reprogramar su viaje o solicitar la devolución del pasaje" y pidió a sus clientes informarse a través de www.lan.com o del centro de contacto telefónico 6005262000.
Las peticiones de los trabajadores
Los trabajadores votaron a favor de la huelga luego de que los representantes de la empresa "decidieron unilateralmente cerrar el proceso, señalando que no había posibilidad de llegar a acuerdo".
Las peticiones de los tripulantes "tienen relación principalmente con la calidad de vida que se ha visto mermada con las condiciones laborales que en la actualidad la empresa mantiene y que pretende extremar durante los próximos años".
Los trabajadores añadieron que "las demandas van desde garantizar el derecho a poder alimentarse durante su jornada laboral que puede durar más de 12 horas, asegurar un descanso equivalente a los que tienen los trabajadores promedios de nuestro país, protecciones a las formas de volar, reajustes salariales -que no se han dado en más de una década- y otras peticiones que tienen que ver con derechos básicos para garantizar la salud de los trabajadores y la seguridad de los vuelos".