La mesa consideró inconstitucional la iniciativa, pero la Sala se pronunció en sentido contrario.
De ser aprobado la jornada laboral se reducirá de 45 a 40 horas semanales.
Vallejo ha dicho que su intención es dar la posibilidad de que las personas compartan más tiempo con sus familias.
La Cámara de Diputados declaró admisible el proyecto presentado por la diputada comunista Camila Vallejo para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
El texto -ingresado al Congreso en marzo- se sometió este miércoles a consideración de la Cámara Baja, donde la mesa que preside el socialista Fidel Espinoza lo declaró inadmisible por considerarlo inconstitucional.
En la opinión jurídica de la mesa, el proyecto tocaba atribuciones exclusivas de la Presidencia de la República, pero Vallejo solicitó un pronunciamiento de Sala.
"La mesa determinó que era un proyecto que solamente era atribuible a un mensaje que emanara de la Presidenta de la República, eso es lo que ocurrió. Efectivamente se votó, en la votación ganó la admisibilidad, por lo tanto el proyecto se va a discutir como corresponde", manifestó Espinoza.
Votaron 41 diputados a favor de la postura de la ex líder estudiantil, 21 se cuadraron con la postura de la mesa y hubo nueve abstenciones. Quedó delatado, con esto, que a las 10:45 de la mañana había sólo 71 de los 120 diputados en la Sala.
Tras la votación la diputada Vallejo descartó que se vuelva a invocar la incostitucionalidad del proyecto: "Aquí hay muchas iniciativas parlamentarias que ya se han aprobado y son ley como feriados nacionales y regionales que hacen que los trabajadores estén un día entero sin trabajar sin afectar la remuneración, por lo tanto el argumento que da la mesa de decir que al reducir la jornada sin afectar los salarios se afecta la base de cálculo de las remuneraciones no procede dado que ya tenemos otros ejemplos de que sí se ha avanzado en esa línea".
El proyecto de la ex líder de la FECh excluye explícitamente a los miembros del Congreso de la reducción de horas laborales, que, asegura ella, no afectará negativamente los índices de productividad y favorecerá la posibilidad de compartir más tiempo en familia.
Y su compañero de bancada Lautaro Carmona argumentó que los intereses económicos son los que han impedido que avancen iniciativas para favorecer a los menos poderosos, como también ocurre con la que busca anular la Ley de Pesca.
"Aquí están los intereses de los trabajadores o los intereses de los empresarios. O la presión del capital sobre el debate parlamentario o la representación de la ciudadanía y los trabajadores en ese debate. La anulación de la Ley de Pesca, ¿alguien puede decir que no hay de por medio un negociado? ¿Por qué no avanza la anulación? Porque hay cálculos que significan que hay que pagar mucha plata para el Estado para romper lo que eran los convenios que ya había etcétera", aseguró.
Ministro Valdés: No lo apoyo
Una posición contraria a este proyecto mostró el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien mostró su preocupación por el efecto que puede tener en la economía nacional el hecho de que se trabajen menos horas.
"Lo que hay que hacer es ser más productivos para trabajar menos horas y no hay evidencia al revés. Lamentablemente en la Reforma Laboral no pudimos ponernos de acuerdo al final de tener la posibilidad de tener pactos de adaptabilidad que consideraban justamente esto: que el sindicato se pudiese poner de acuerdo con el empleador y bajar las horas", planteó.
"Este proyecto específico no lo apoyo si es que no involucra un cambio paralelo de los horarios porque lo que no podemos hacer es ponerle más carga a la economía en un momento en que requerimos básicamente más empleo", sentenció Valdés.
No obstante, la de Valdés no es una opinión transversal al interior del Gobierno, ya que el ministro del Interior, Mario Fernández, comentó las bondades de tener una jornada laboral con menos horas.
"Es una iniciativa que aunque sea riesgosa, según algunos conocedores de la economía, porque aumentaría el costo del empleador, de todas maneras habría que pensar que los países más importantes del mundo tienen este tipo de jornadas laborales y eso para nada altera su capacidad competitiva, más aún la aumenta", dijo el secretario de Estado.
"Si una persona llega a las 17:00 horas a su casa en vez de las 20:00 o 21:00 horas, ciertamente que al día siguiente al irse de nuevo al trabajo va a ser mucho más productivo", añadió.
Con esta admisibilidad, la iniciativa pasó a la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados.
