Este martes a las 11:00 de la mañana, la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados comienza la discusión del veto a la reforma laboral, la que el Gobierno busca zanjar lo antes posible, por lo que hay discusión inmediata.
Una de las particularidades del veto que acelerarían su trámite en el Congreso es que no se pueden incluir nuevos elementos, por lo que los parlamentarios deberán votar si aprueban o no la idea de suprimir tanto los pactos de adaptabilidad como los quórum para negociar colectivamente.
El presidente de la instancia parlamentaria, Patricio Vallespín (DC), explicó que "la Cámara de Diputados debiera tenerlo resuelto el miércoles en la sesión ordinaria que se tiene en las mañanas. Recordemos que acá sólo se vota a favor o en contra o abstención, no hay posibilidad de mejoramiento o cambiar indicaciones, nada de eso, solamente se vota y listo".
"Cada cual votará como corresponde. Recordemos que se necesitan dos tercios para insistir en que continúe el proyecto original, por tanto, basta un tercio de la sala para su aprobación, por lo que yo creo que van a haber votos de sobra", añadió el legislador.
En la Nueva Mayoría se comprometieron a sacar este miércoles la reforma laboral de la Sala de la Cámara Baja, por lo que resta la interrogante de su revisión en el Senado, pues sesiona sólo hasta el miércoles y luego viene la semana distrital.
Discusión por pactos de adaptabilidad
El Gobierno sociabilizó el veto en el comité político con los partidos oficialistas y en un almuerzo con parlamentarios, instancias en que buscó un respaldo absoluto en el Congreso, pero los pactos de adaptabilidad son los que siguen abriendo tensiones.
El presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS), aseguró que "se cebó la derecha con el resultado del Tribunal Constitucional, la derecha mató los pactos de adaptabilidad. Adjudicarle triunfo o derrota a otros es una forma subrepticia de eludir su responsabilidad como sector. Sectores empresariales se dieron cuenta de esto".
En tanto, el senador de la DC Andrés Zaldívar afirmó que "yo no estoy hablando ni de ley corta ni de nada. Vamos a estudiar de qué manera podemos hacer adaptabilidad en contrato de trabajo, flexible, a objeto que haya más espacios para jóvenes, adultos mayores y mujeres".
Incluso el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció la importancia que hubiesen tenido los pactos de adaptabilidad en este proyecto, pues permitían modernizar las relaciones laborales.
Los pactos de adaptabilidad son acuerdos entre trabajadores y empleadores para fijar los horarios de trabajo en cuanto a límites de las jornadas laborales o de descanso, permitiendo una mayor flexibilidad de los horarios, lo que podría facilitar la inclusión de jóvenes y adultos mayores al mundo laboral, lo que es visto por la CUT como una forma de precarizar el empleo.