Desechó las posibilidades de una reforma constitucional y una ley interpretativa.
Oposición y la CUT criticaron el lento avance del Ejecutivo.
"No es un tema de enredo, es un tema de seriedad", planteó la ministra Rincón.
A casi un mes del rechazo de la titularidad sindical en el Tribunal Constitucional, el Ejecutivo aún no entrega señales claras sobre su plan de acción para la aprobación de la reforma laboral.
En el comite político de este lunes, el Gobierno descartó dos de las opciones: una reforma constitucional, por falta de votos, y una ley interpretativa.
Tras el encuentro, la presidenta del PS, senadora Isabel Allende, sostuvo que "no hay claridad hasta dónde va a abarcar, qué significa, si va a haber un veto y después ley corta, si no va a haber veto, si va a haber veto o si solo va a haber ley corta"
"Lo que queda descartado, creo yo, es la reforma constitucional, porque además ni siquiera tenemos los votos y desde luego alguien mencionó por ahí una ley interpretativa, que tampoco se va a hacer", añadió la parlamentaria.
En tanto, el timonel del PPD, Jaime Quintana, comentó que "lo que ocurrió en el Tribunal Constitucional fue devastador para el proyecto de modernización de las reformas laborales, y dado que fue devastador el efecto que eso provocó es poco lo que quedó en pie. Hay que tomarse el tiempo necesario para buscar la mejor solución, y el Gobierno está estudiando cuál es la mejor solución".
Por su parte, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, indicó que "no hay novedad (...) no tenemos (plazo fijado). No es un tema de enredo, es un tema de seriedad".
Críticas al poco avance
Desde la UDI, el diputado Patricio Melero, integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara Baja, planteó que "la falta de definición del Gobierno deja en evidencia la extrema fragilidad que tenía la reforma laboral y lo inconveniente que era para los trabajadores del país".
"El Gobierno mientras más tiempo se demora en definir más daño le hace a la economía y al empleo", agregó.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) apoyaba una reforma constitucional, por lo que esta última decisión no fue valorada positivamente por su presidenta Bárbara Figueroa.
"Nosotros entendemos que el veto es el camino para evitar hacer lesivo este proyecto de ley. La reforma constitucional debiera ser el camino y si es que el Ejecutivo realmente las limita, también limita la posibilidad de tener un proyecto de ley como el que ellos habían planteado y como le habían propuesto al país que se iba a avanzar", dijo.
Se espera que el Gobierno logre llegar a un acuerdo sobre este tema en junio próximo.
