Una declaración pública conjunta de rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno dieron a conocer el lunes las principales asociaciones gremiales de Chile: la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) -cinco de las seis ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC, con la exclusión de la Asociación de Bancos, ABIF; además de la Asociación de Emprendedores de Chile y otras organizaciones de pymes y transportistas.
Dirigentes como Hermann von Mühlenbrock, Ricardo Mewes, Patricio Crespo y Juan Pablo Swett se reunieron para expresar de manera unida sus críticas a la iniciativa de La Moneda, afirmando que "la falta de diálogo real para enfrentar esta discusión ha sido evidente, ya que no se recogieron las propuestas del sector privado en el proyecto".
"Estamos convencidos de que esta reforma laboral está mal concebida en su origen, al asumir que las relaciones laborales al interior de las empresas son negativas y conflictivas, lo que se aleja completamente de la realidad", declaró Ricardo Mewes, líder de la Cámara Nacional de Comercio, que ofició de vocero.
"Le decimos al país que no apoyaremos la reforma laboral que perjudique a Chile. Por lo tanto, buscamos que se establezca un diálogo real", sentenció el dirigente.
Gobierno rechaza veto
Ante este pronunciamiento la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, salió a afirmar que en el Gobierno son "bienvenidas las opiniones", pues "hay espacio para la escucha, para la mejora, el perfeccionamiento, en la medida que sean (las propuestas sobre) los temas que están incorporados en el proyecto".
"Yo aspiro a que siempre estas observaciones se hagan en el espíritu constructivo que hemos visto en la mayoría de los actores. Creo que todas estas observaciones van a estar –confío en ello- orientadas a mejorar y en ningún caso a paralizar", comentó, advirtiendo que "en algunos casos también hemos escuchado algunas posiciones que más bien buscan no avanzar. En ésas nosotros no estamos", señaló.
Javiera Blanco tiene previsto participar esta mañana en el seminario "Visiones y reflexiones sobre la Reforma Laboral", organizado por la Cámara Nacional de Comercio y que se realizará en el Hotel Crowne Plaza.
Dirigentes de una docena de gremios empresariales se reunieron el lunes para explicitar su oposición al proyecto de Michelle Bachelet. (Foto: UNO)
La iniciativa se está discutiendo actualmente en la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, que a mediados de mes la aprobó en general. Para el diputado Osvaldo Andrade, miembro de la instancia, el reclamo de los empresarios tiene un carácter poco democrático.
"Hay empresarios que pareciera ser que no quieren que los escuchen, sino que lo que quieren es imponer sus puntos de vista, y eso no opera en un sistema democrático", dijo Andrade.
"Aquí hubo ocho meses de trabajo prelegislativo y, con posterioridad, hemos tenido una cantidad impresionante de audiencias", señaló el presidente del Partido Socialista.
Desde la UDI el ex timonel Patricio Melero opinó que el rechazo de los gremios es una muestra del bajo nivel de consenso que tiene la iniciativa.
"Prácticamente no ha habido ningún gremio de la pequeña y mediana empresa y de las empresas más grandes, como tampoco de los trabajadores, que haya apoyado esta reforma. (Eso) deja en evidencia que hoy día, en el estado en que está esta reforma laboral, tiene un muy bajo nivel de consenso", dijo Melero.
"Letra chica"
En efecto, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) también tiene una visión crítica del proyecto, aunque por razones distintas a las señalas por las asociaciones: "La agenda laboral del Gobierno es una agenda proempresarial, entonces, a mí me parece que ese reclamo de ellos es medio falso", dijo el vicepresidente Nolberto Díaz.
"Nadie debería sorprenderse con lo que opina la Sofofa, lo que opinan los empresarios. Ellos se van a oponer a cualquier cambio, por mínimo que éste sea, pero nosotros, como CUT, tenemos razones muy distintas a (las de) los empresarios para oponernos a esta reforma", indicó el dirigente.
"A nosotros nos parece que esta reforma está llena de letra chica: esta reforma criminaliza la huelga, establece mayores causales para desaforar a la organización sindical", repudió Díaz.