"Que nadie se confunda: soy la intendenta metropolitana del Presidente Sebastián Piñera".
Así Karla Rubilar salió nuevamente al paso de la indignación que suscitó en la derecha la fotografía que se tomó con las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, impulsoras del proyecto que rebaja la jornada laboral a 40 horas semanales y que mantiene enfrentados al oficialismo y la oposición en el Congreso.
La polémica surgió luego de que las parlamentarias acudieran el miércoles hasta la Intendencia junto a dirigentes de la CUT para solicitar autorización para realizar un "festival por las 40 horas", el 15 de septiembre, en Plaza Italia, instancia en que fue capturada la foto que luego Vallejo compartió en redes sociales.
Aquello desató duros cuestionamientos contra Rubilar (RN) desde su propio sector: los senadores de la UDI acusaron que "su interés electoral es más fuerte que su lealtad con el Presidente", e incluso diputados de RN apuntaron a un supuesto "populismo" y fustigaron que "es una deslealtad grave" hacia el Gobierno.
La autoridad regional volvió a defenderse hoy, ahora a través de Twitter, donde aseguró que "soy intendenta de los más de 7 millones de habitantes de la #RMdeTodos", y explicó que "en mi función de velar por la seguridad y el orden público en un evento masivo, recibí a dos diputadas de la República y me saqué foto protocolar en reunión".
"Mi lealtad (está) con mi Gobierno y su programa, nunca ha estado ni estará en duda", aseguró en otro tuit, que acompañó de una foto de ella junto al Mandatario.
"Agradezco todo el cariño recibido y cierro con esto este capítulo. ¡A seguir trabajando!", cerró la intendenta.
La pasada jornada el timonel de RN, Mario Desbordes, trató de bajarle el perfil a la indignación en su sector y calificó la polémica como "artificial y burda", además de fustigar las "inaceptables" declaraciones de los senadores de la UDI, representados por Ena von Baer.
La propia diputada Vallejo defendió ayer a Rubilar y lamentó el "aprovechamiento político" del oficialismo para "golpear" a la jefa regional por "hacer su trabajo".