El Partido Comunista criticó la reforma laboral que desarrolló el Gobierno, durante su Comité Central, instancia para evaluar lo que ha sido y lo que será su participación en la Administración de la Presidenta Bachelet.
Si bien el partido apoya la idea de modificar la legislación, presentaron una crítica abierta a la iniciativa, apuntando especialmente a las exigencias para concretar una huelga y las circunstancias que podrían motivar un desafuero sindical, así como términos del proyecto que hablan de huelga pacífica, tras lo que aclararon que la violencia la han puesto las condiciones de las empresas.
Ante esto, el presidente del partido, Guillermo Tellier, señaló que el proyecto "en lo esencial no ha cambiado, porque lo que se le introdujeron fueron ciertas normativas que constriñan el papel de los sindicatos, también atenten contra los derechos del sindicalismo".
"Nosotros creemos que eso se puede cambiar y se puede cambiar en el parlamento y se está discutiendo respecto a eso y nosotros en el parlamento vamos a hacer todo nuestro esfuerzo para que eso se cambie", agregó.
El proyecto de reforma laboral fue aprobado en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
Respuesta del Gobierno
Ante esto, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, aseguró que "somos totalmente respetuosos de los partidos, así como de las organizaciones sociales y de sus procesos internos".
"Cuando nosotros presentamos la reforma al congreso tuvimos reuniones con todos los partidos de la Nueva Mayoría, todos apoyaron el proyecto, que nos permite avanzar en un tema de inequidad enorme que hay hoy día en el ámbito de la negociación colectiva", agregó.
Junto a lo que indicó que "estamos abiertos a escuchar para hacer las observaciones o perfeccionamientos que se requieran".
Mirada de la CUT
Por su parte, la presidenta de la CUT y militante comunista, Bárbara Figueroa, señaló que "nadie debiera extrañarse que efectivamente hay miradas críticas respecto a algunos aspectos del proyecto que son precisamente sobre lo que hoy día se tiene que trabajar, que es el ámbito de las indicaciones".
"Gran parte de esas críticas son compartidas por la propia Central, nosotros también hemos señalado que aquí el proyecto requiere revisión y por lo tanto a mi me parece que hay que entender que este es un proceso normal", ya que, "por primera vez en nuestro país nos estamos acostumbrando a discutir reformas profundas en el marco de una democracia" aseguró.
Además que "en el marco de una democracia uno tiene efectivamente lealtades que respaldar y que cumplir pero también tiene necesidad de dar opinión por el bien del proyecto y por el bien de los trabajadores" indicó la dirigenta.