El Senado despachó a tercer y último trámite el proyecto que regula la labor de las trabajadoras de casa particular, que modifica la jornada, descanso y composición de la remuneración y regula la exigencia del uso de uniformes a estas trabajadoras.
Según estimaciones de la Dirección del Trabajo, más del 70 por ciento de estas trabajadoras está hoy en la informalidad con acuerdos solo de palabra con sus empleadores. Eso es en parte lo que pretende regular esta iniciativa que ya fue despachada.
La presidenta de la Federación Nacional de Sindicatos del rubro, Ruth Olate, puntualizó el elemento más valorado por las trabajadoras: "Contrato escrito y depositado en las inspecciones del trabajo, porque hay tantas anormalidades en eso que no existen los contratos, que no hay contratos, que no se les paga imposición a nuestras compañeras y eso para nosotros es muy importante".
El proyecto establece que la jornada laboral de las empleadas "puertas afuera" será de 45 horas semanales, con la opción de hacer hasta 15 horas extraordinarias a la semana que se pagarán con un recargo del 50 por ciento.
Mientras que las que laboran "puertas adentro", tendrán una jornada de 12 horas diarias, pero con un descanso después de las primeras nueve y se tomarán como libres todos los domingos más otros cuatro días al mes.
El senador de la UDI Hernán Larraín manifestó que "también aseguramos una jornada de trabajo como la de cualquier otro trabajador en el caso de quienes no viven en el domicilio y eso me parece que hace ya justicia. Sin perjuicio de la flexibilidad que requiere por la naturaleza específica del trabajo y para quienes viven (en la casa donde trabajan), asegurar dos días hábiles de descanso".
"Nunca más en Chile se le va a poder exigir a una nana un delantal, un uniforme en plazas, en lugares públicos. Va a estar absolutamente prohibida esa exigencia, yo creo que eso es un tremendo avance para respetar la dignidad de las trabajadoras de casa particular", sostuvo el DC Patricio Walker.
No habrá ajustes de remuneración
La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, puntualizó que los cambios en la jornada laboral de las empleadas de casa particular no pueden traducirse en el recorte de sus remuneraciones.
"Vamos a establecer en el contrato labores específicas, esto ya no es un genérico. Por ejemplo, cuidado de enfermos, de personas de la tercera edad, de niños. Tampoco podrán haber ajustes de remuneración en el sentido de disminuirlas producto de estas nuevas regulaciones laborales", indicó.
La secretaria de Estado agregó que "tampoco se puede imputar a las remuneraciones la alimentación y el pernoctar en el domicilio del empleador, cosas que lamentablemente hoy, aunque la gente muchas veces no lo cree, sucede".
En Chile actualmente hay 370 mil personas que se dedican al trabajo de casa particular, las cuales mayoritariamente son mujeres pero hay también 20 mil hombres.
El proyecto aprobado en el Senado debe pasar ahora a un tercer trámite en la Cámara de Diputados y el Gobierno le mantendrá la suma urgencia.
