Diversas denuncias contra conductores de plataformas móviles de transporte por abusos a pasajeras han hecho nacer en Chile y el mundo aplicaciones destinadas al traslado exclusivo de mujeres, con el fin de velar por su comodidad y seguridad.
She Drives Us trajo a Chile la idea de hacer una app que sólo tolerara a mujeres como clientas, pero debido a diversas fallas en la administración y la falta de conductoras en la mayoría de las comunas de la capital, optó por abandonar el proyecto.
Ahora, la empresa Protector Chile lanzará en marzo dos servicios de transportes: Procar (tradicional) y Pinkcar, que pertenece a la categoría descrita.
Su gerente general, Marco Clavería, expresó a Cooperativa que "muchas personas no usan las aplicaciones porque les intimida viajar (solas) con un hombre".
"Nosotros estamos poniendo énfasis en la seguridad de nuestras conductoras y pasajeras (...) Por esto, queremos verificar los datos de quienes trabajen en nuestras plataformas. Con esto, estamos minimizando el riesgo, (pero) nadie puede asegurar al 100 por ciento que delitos no van a seguir ocurriendo", apuntó el ejecutivo.
En esa línea, contó: "Si hay algo que no se cumple en los métodos de seguridad que estamos obligando, (les aconsejamos a nuestras pasajeras) que no se suban y que lo denuncien (a la plataforma). Ambas partes van a tener la posibilidad de hacer una calificación a la contraparte y además un comentario", agregó el gerente de Protector Chile.
"No es una solución al problema de fondo"
Iniciativas de este tipo tienen buena aceptación de parte de la mayoría de las mujeres, como un modo de prevención efectivo que entrega más seguridad y confianza a cualquier hora del día.
Sin embargo, muchas insisten en la necesidad de que el hombre aprenda a respetar a las mujeres, y desde las organizaciones feministas apuntan a la importancia de que estas aplicaciones se enmarquen en la legalidad, para no generar descontrol a largo plazo.
La vocera de la Coordinadora Ni Una Menos, Elena Dettoni, opinó que "es necesario buscar espacios que otorguen seguridad a las mujeres, tras varios casos de denuncias, y es necesario tener la oportunidad de viajar seguras y tranquilas".
"Sin embargo -acotó-, esto no viene a dar solución a esta problemática, sino que sería como una herramienta paliativa para bajar las situaciones de riesgo. Lo que sí nos va a proteger y nos va a otorgar la oportunidad de desplazarnos tranquilas son políticas públicas acordes e iniciativas que busquen cambiar este acervo cultural de dominación de una parte de la población hacia la otra", aseguró Dettoni.
"Ayudan, pero reproducen los miedos"
En la misma línea, la presidenta del Observatorio Contra el Acoso Callejero, María José Guerrero, expresó que "si bien estas plataformas responden a una necesidad inmediata, lamentablemente contribuyen a la reproducción de los miedos y de espacios que, supuestamente, no estarían en disposición a las mujeres".
Desde ambas organizaciones consideran que esta iniciativa no da solución de fondo al problema y aluden a la falta de políticas públicas. Por esta razón, han trabajado en campañas para combatir el abuso y acoso tanto en las calles como en el transporte, además de entregar asesorías a las víctimas, para que puedan denunciar sin temor y los culpables sean llevados a la justicia.