Una pugna entre los ministerios de Transportes y Obras Publicas mantiene en suspenso el proyecto que conecta los servicios del Transantiago al Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
El gobierno había anunciado el estreno del servicio que unía el servicio de Transantiago con el Aeropuerto Arturo Merino Benítez en el marco de la visita del papa Francisco a Chile.
Según publicó El Mercurio, la principal traba dice relación con la zona donde se detendrían los buses ya que mientras Transantiago solicitó hacerlo en un paradero ubicado en la calle de salida del terminal, a sólo 100 metros del edificio principal, la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas ha solicitado que sea cerca del estacionamiento Pehuén, en la salida del recinto aeroportuario y a casi un kilómetro del terminal.
Al respecto, el director de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, explicó que "estamos trabajando con Concesiones y haciendo distintos análisis para determinar la mejor ubicación y compatibilizar todos los elementos que están al interior del terminal, como seguridad, cercanía y comodidad de los usuarios. Eso implica llegar a lo más cerca del terminal".
Otro Problema: Contratos exclusivos
Otra dificultad dice relación con que las empresas de transportes Centropuerto y Turbus tienen contratos vigentes con Nuevo Pudahuel, concesionario del terminal aéreo y cuyo vinculo establece un recorrido exclusivo y coordinado entre ellas cada media hora.
Los ingresos son compartidos por las empresas y Nuevo Pudahuel, por lo que la eventual llegada de un recorrido del Transantiago genera aprensiones sobre una merma en sus ingresos. Además, se teme que la llegada del transporte público fomente servicios ilegales y acentúe la congestión en las calles de ingreso.
Por otra parte, el contrato entre concesión entre el MOP y Nuevo Pudahuel establece que ésta debe construir un centro de transporte para buses en el sur-poniente del recinto.
El ministro de obras Públicas, Alberto Undurraga, aseguró que el servicio estará listo entre fines de febrero e inicios de marzo, afirmando que "este pequeño retraso de un par de semanas se debe a que es bueno hacerlo bien técnicamente, de manera que sea compatible para los pasajeros que usan el transporte público y que no afecte el desarrollo de la obra ni la seguridad de los pasajeros".