La nueva identidad del Transantiago, el que cambió su nombre a Red Metropolitana de Movilidad, no estuvo exenta de polémica por el costo que significó, ya que se destinaron 550 millones de pesos a esta modificación.
La ex ministra de Transportes y actual directora de la carrera de Derecho de la Universidad Central, Paola Tapia, sostuvo que era mejor que estos dineros fueran destinados directamente en el servicio y no en su imagen.
"Hay que ser muy riguroso cuando uno está en el Gobierno, cuando ejerce cargos públicos, en la administración de los fondos, porque son recursos fiscales y, desde esta perspectiva, sin duda uno preferiría que esos dineros fueran invertidos directamente en mejoras al transporte público más que en su imagen corporativa o en la denominación", indicó la ex titular de la cartera.
Tapia reiteró que "aquí lo que importa es que las personas cuenten con un mejor servicio, que no existan nuevas alzas en el valor del pasaje, porque al final del día esos son montos que terminan pagando todas las personas, incluso no sólo de Santiago sino de Arica a Punta Arenas, porque tenemos hoy un sistema subsidiado".
La actual titular de Transportes, Gloria Hutt, precisó este martes que se gastó sólo 48 millones de pesos en la marca Red y que la cifra de 550 millones corresponde a la totalidad, incluyendo información a los usuarios.
"La reputación del sistema se juega en el servicio"
A su vez, el experto académico de la Universidad Católica y director de Cedeus, Juan Carlos Muñoz, recalcó que el foco debe estar puesto en el servicio y no en la imagen o nombre.
"La reputación del sistema se juega en el servicio efectivo que ofrece, en los costos que genera para toda la ciudad, eso es lo que realmente afecta la reputación del sistema y difícilmente cambia si le llamamos Transantiago, Transporte Nuevo Milenio -como le llamaron el año pasado- o Red como se le llama ahora", explicó.
En ese sentido, sostuvo Muñoz, "el foco tiene que estar más bien puesto en los servicios que se le dan a los usuarios".
Sólo 12% de los buses actualmente cumple con requisitos
Será un cambio gradual que dejará atrás el Transantiago en la medida que se incorporen nuevos buses junto a las próximas licitaciones del sistema de transporte público.
El cambio de nombre viene acompañado por los buses que están bajo la norma Euro VI -que emiten menos contaminantes-, buses eléctricos, algunas de los cuales ya están circulando, y futuros paraderos inteligentes que tendrán mayor iluminación, torniquetes e información digital en línea para el usuario.
También se incluye la modernización del sistema de pago, ofreciendo nuevas facilidades para poder recargar la tarjeta Bip! o pagar el pasaje con el teléfono celular a través de un código QR.
De los 6.500 buses que hay en el transporte público capitalino, sólo el 12 por ciento de ellos cumple con los requisitos para ser parte de Red;pero tras la licitación que se llevará a cabo este año y empezar a funcionar el 2020, el 50 por ciento de ellos será parte de este sistema de transportes.
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Las bases de la licitación, que están siendo revisadas en Hacienda, aún no son presentadas ante Contraloría.