Propuestas se implementarían cuando finalicen los actuales contratos en 2018.
Más empresas y más pequeñas, así como buses con más asientos, aire acondicionado y Wi-Fi son parte de las recomendaciones.
Una de las propuestas centrales que incluye la publicación, es que Transantiago rediseñe la estructura de concesiones.
Un grupo de ingenieros en Transporte desarrolló 64 propuestas para las autoridades encargadas de llevar adelante el futuro diseño y licitación del Transantiago cuando finalicen los actuales contratos en 2018.
En la publicación titulada "El Transantiago al que aspiramos", los ingenieros Juan Carlos Muñoz, Antonio Gschwender, Daniel Schwarz y Pablo Beltrán, analizaron la institucionalidad del sistema, los aspectos contractuales y la estructura tarifaria y abordaron las características de los buses, la información a los usuarios y las posibles expansiones del sistema.
Una de las propuestas centrales que incluye la publicación, es que Transantiago rediseñe la estructura de concesiones para que cada concesionaria no exceda un umbral de 500 buses, así como máquinas con más asientos, aire acondicionado y Wi-Fi.
En el caso del subsidio al sistema, los investigadores destacan su necesidad, tanto por motivos de equidad y eficiencia, y proponen que se haga un esfuerzo por focalizar parte de esos recursos a los usuarios de bajos ingresos, así como se hace con los estudiantes.
Otra de las propuestas que incluye la publicación sugiere que la programación de la operación del Transantiago siga el modelo de ciudades de países desarrollados, en que la autoridad es la encargada de definir cuándo deben salir los buses desde los cabezales, cuidando que los estándares de servicio definidos para el sistema se satisfagan.
El informe también recomienda que el sistema contemple al menos una empresa pública de operación de los servicios, lo que permitiría contar con información confiable de costos, entender las dificultades operacionales y de gestión en recursos humanos.
Finalmente, respecto a la evasión, el informe sugiere desde la creación de una unidad de Carabineros especializada en el tema hasta la venta de tarjetas unitarias a una tarifa mayor a bordo de los buses, las que serían cobradas por los conductores.
