Cerca de mil choferes de la compañía Subus, empresa que se acogió a la ley de quiebras, marcharon por las calles de Santiago en demanda por el incierto futuro laboral ante la eventual liquidación de la empresa por el complejo panorama financiero que atraviesa.
Frente a este contexto los trabajadores temen perder sus empleos y el cumplimiento de los pagos que llegarían hasta julio, afectando a unos de 6.000 funcionarios.
El vocero de los trabajadores, Boris Guerrero, señaló que "producto de este proceso judicial vemos con incertidumbre de que hipotéticamente el 2 de agosto los Tribunales determinen la liquidación".
"Y ante este escenario ni la autoridad política, ni los Tribunales nos ha garantizado que van a ser resguardados nuestros derechos, por ejemplo, el derecho al pago de una indemnización", añadió.
El dirigente explicó que demandan conocer "si existe un nuevo empleador, quién va a ser y si este nos va a respetar las condiciones de nuestros instrumentos colectivos y todo lo que hemos ganado en estos 10 años en la empresa".
Tras la marcha autorizada por la intendencia, los trabajadores llegaron hasta el Palacio de La Moneda donde dejaron una carta dirigida a la Presidenta Michelle Bachelet pidiendo respaldo. En el documento advirtieron que de no contar con respuestas de parte de la empresa radicalizarán la movilización a partir del próximo miércoles.