Ante protestas por demoras en la edificación de viviendas sociales y desalojos de campamentos, como el ocurrido en la Rinconada de Maipú esta semana, el director ejecutivo de Techo Chile, Sebastián Bowen, reafirmó que el problema detrás de ambos hechos es "el acceso de la población a soluciones habitacionales".
De hecho, según el Ministerio de Vivienda, las familias que viven en asentamientos ilegales "han ido en aumento desde el año 2011, y es súper importante tenerlo en contexto, porque no es algo que sucedió netamente el 2020 ó 2019", dijo Bowen en El Diario de Cooperativa.
"Desde el 2011 hemos registrado que la población de campamentos en Chile ha aumentado aproximadamente en entre 2 mil y 3 mil familias cada año: en 2011 eran 27 mil familias, y en 2019 eran ya 47 mil familias", apuntó.
Entre los factores que generaron este incremento están "el precio de la vivienda, que se ha duplicado, que no existan suelos destinados a soluciones más bien sociales, y esto junto a un aumento en la complejidad de la demanda, que ha sido mucho más diversa, con distintos tipos de familias que buscan distintos tipos de soluciones, pero también más grandes".
En ese sentido, advirtió que "el 85 por ciento (de familias) que van a vivir a campamentos vienen de vivir en situación de arriendo o de allegamiento. O sea, no estaban en una situación irregular, pero esa vivienda también era un tipo de exclusión habitacional".
Por lo tanto, Bowen insistió en que "el problema acá no son los campamentos, son un síntoma. El problema es el déficit habitacional en Chile".
"Nos hacen falta cerca de 500 mil viviendas para terminar con el déficit habitacional, esto es medido por la Casen. La Cámara Chilena de la Construcción dice que son 740 mil. Ése es el desafío que tenemos como país. Si derrotamos ese desafío, estaremos solucionando los campamentos, pero también el hacinamiento y el arriendo abusivo", aseguró.