Dueños de San Esteban quedaron con arraigo nacional
Así lo decidió el juez Rubén Bustos tras escuchar a los abogados de ambas partes.
Para el 5 de noviembre quedó fijada la audiencia de acuerdo compensatorio.
El juez Rubén Bustos decretó arraigo nacional contra los dueños de la empresa San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, por el accidente laboral sufrido por Gino Cortés, quien perdió una pierna en julio pasado.
"Existen antecedentes que permiten presumir fundadamente que los imputados han tenido participación en este delito como autores, sumado a la necesidad de cautela estimándose racionalmente proporcional la petición del Ministerio Público", dijo Bustos, en una decisión que también se extiende a los colaboradores Pedro Simonovich y Carlos Pinilla.
Según el abogado Rafael Cortés que representa al trabajador accidentado, existen todos los antecedentes para acreditar el delito porque "todas las medidas de seguridad claramente fueron insuficientes" y el accidente demuestra "que había una negligencia permanente por parte de las directivas de la empresa, y más que negligencia hay dolo" que aceptaban.
Para Gonzalo Insunza, abogado de Kemeny y Bohn, siempre se ha querido compensar económicamente a Cortés, situación que no se ha podido concretar porque "al ser calificado esto como un delito, no nos da la posibilidad de llegar a un acuerdo reparatorio porque en los delitos no hay" y porque sus pretensiones económicas "son imposibles de sustentar".
Para el 5 de noviembre quedó fijada la audiencia de acuerdo compensatorio. Se decretaron 90 días para la investigación.