Unos 81 reclusos murieron en la peor tragedia en la historia de las cárceles de Chile
Incendio en la torre 5 del módulo penal de San Miguel fue la causa de la tragedia.
La desinformación respecto de los fallecidos estremeció a los familiares.
El sistema penal chileno vivió este miércoles la peor tragedia de su historia, cuando un incendio decretado durante la madrugada en la Cárcel de San Miguel cobró la vida de 81 reclusos internados en uno de sus módulos.
El siniestro comenzó a las 05:48 de la mañana en el cuarto piso de la Torre 5 del penal, donde presuntamente una riña entre internos terminó generando el incendio en el módulo, el cual comenzó a arder en medio de los gritos de los internos, quienes telefónicamente notificaron de las llamas.
La noticia de las llamas se extendió rápidamente entre los familiares de los reos, ya que tocaba jornada de visita y varios de ellos ya hacían fila desde temprano, por lo que éstos intentaron comunicarse a gritos con sus parientes ante la incertidumbre de lo ocurrido en el penal.
Fue el coronel Jaime Soto quien confirmó pasadas las 08:00 de la mañana la cifra preliminar de 81 personas muertas que se manejaba, que fue posteriormente aumentada a 83 por el Presidente Sebastián Piñera, quien llegó a interiorizarse del estado de salud de los heridos, pero rectificada en la tarde por Gendarmería.
La falta de información sobre el estado de sus parientes desesperó a los familiares de los reclusos, quienes incluso se enfrentaron con Carabineros y agredieron al intendente Fernando Echeverría, y la entrega de una lista con algunos sobrevivientes contribuyó a calmar en algo la situación.
Pasadas las 14:00 horas se entregó una lista con los primeros 14 fallecidos confirmados, la cual se amplió a 28 durante la tarde, aunque tres personas se mantenían sin identificar aún en espera de la notificación a las familias.
Todos los cuerpos fueron enviados al Servicio Médico Legal, de donde ya salieron algunos de ellos para ser velados por sus familiares, mientras que el Gobierno ya comprometió pagar los funerales de todos los fallecidos.