Parlamento argentino aprobó ley que regula mercado del papel para periódicos
Principales medios del país denuncian una "embestida contra la libertad de prensa".
Iniciativa declara de interés público la producción de pasta celulosa y de papel de diario.
El Parlamento argentino convirtió en ley un polémico proyecto impulsado por el oficialismo que regulará el mercado del papel para periódicos, en medio del enfrentamiento del Gobierno con los principales diarios del país, que denuncian una "embestida contra la libertad de prensa".
La iniciativa, que ya había sido convalidada días atrás por la Cámara de Diputados, fue aprobada en el Senado por 43 votos a favor, 23 en contra y una abstención.
El oficialismo hizo valer su mayoría en ambas cámaras -recuperada en los comicios de octubre pasado- para dar vía libre a un proyecto fuertemente criticado por los dos principales periódicos de Argentina, Clarín y La Nación.
Precisamente Clarín, con un 49 por ciento de las acciones, y La Nación (22,49 por ciento) son socios de Papel Prensa, el único fabricante de papel para periódicos enArgentina y en el que el Estado posee otro 28,08 por ciento de las acciones.
El Gobierno mantiene una relación conflictiva con los accionistas privados, a quienes acusa de haberse apropiado ilegalmente de las acciones de Papel Prensa en 1976 -cuando inició la dictadura- y de privilegiar los intereses de los periódicos Clarín y La Nación.
Así es la ley
La nueva ley declara de interés público la producción de pasta celulosa y de papel de diario y la distribución y comercialización de este bien.
La norma encomienda además al Ejecutivo a confeccionar un marco regulador para esta actividad que, entre otras premisas, garantice un tratamiento igualitario en precio, condiciones contractuales y cantidades de papel para todos los diarios del país.
También busca impulsar una política de mayor inversión en Papel Prensa orientada a lograr mayores niveles de producción y, así, evitar que los diarios del país importen papel.
Papel Prensa acapara el 75 por ciento del consumo doméstico de papel para periódicos, mientras que el resto proviene de la importación.