Volcán de Nueva Zelanda despertó después de 115 años de inactividad
Densa nube de ceniza ha obligado a cancelar varios vuelos.
Por ahora se decretó nivel dos de alerta, esperando que la actividad del macizo dure varias semanas.
El volcán Tongariro, ubicado en la parte central de la isla norte de Nueva Zelanda, despertó la pasada noche tras 115 años de inactividad, con una erupción que lanzó rocas hasta un kilómetro de altura y esparció ceniza por encima de los 6.000 metros.
Su erupción llevó a las autoridades este martes a decretar el nivel dos de alerta (riesgo bajo), ya que no se han reportado heridos o muertos tras la explosión.
Se ha recomendado a los residentes del área cercana que permanezcan en sus casas con las ventanas y puertas cerradas para evitar la nube de polvo lanzada por el volcán. La Defensa Civil ha descartado emitir una orden de evacuación, por el momento.
"La erupción nos ha cogido por sorpresa. Hemos estado observando el área después de varios terremotos, pero no esperábamos esta actividad", afirmó Michael Rosenberg, especialista vulcanólogo a la televisión pública de Nueva Zelanda.
Lo que se ha visto afectado es el tráfico aéreo de la isla, el que ha sido cerrado en la zonas próximas al volcán por la nube de ceniza que aún permanece en el aire, retrasando una gran cantidad de vuelos programados, según informó la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda.
El organismo neocelandés encargado de medir la actividad volcánica, GeoNet, en un comunicado reconoció esperar que "la actividad volcánica pueda continuar varias semanas".
Fue hace 115 años, en 1897, que el volcán Tongariro mantuvo su última erupción significativa, hasta ahora.