Lo que cambia y lo que sigue igual con el discurso de Obama en Israel
En Jerusalén, el mandatario dijo que la paz era el "único camino para la seguridad".
Defendió el derecho de "autodeterminación y justicia" del pueblo palestino.
Obama abogó por "dos estados para dos pueblos" e instó a Israel a detener la construcción de asentamientos en suelo palestino. "La paz es posible", declamó.
El presidente estadounidense Barack Obama llegó a Jerusalén con el deseo de inspirar mediante un discurso pronunciado este jueves acerca del conflicto palestino-israelí. Tal como lo hace en casa, buscó saltarse a los políticos para llegar directamente a la gente.
Obama dio un discurso inteligente invocando la pasión, la moralidad y la historia judía para argumentar a favor de un nuevo proceso de paz.
Pero los cínicos pueden decir que nadie duda de que el presidente sea bueno con las palabras. Que es bueno en pintar una imagen grande y visionaria. Los cínicos -y esos abundan en esta región- pueden objetar que a veces es menos hábil para convertir su visión moral en política práctica.
También se levanta la sospecha de que con su discurso, Obama está simplemente cumpliendo con un trámite.
Muchos, entre ellos el canciller británico William Hague, advierten que la puerta se está cerrando para la posibilidad de que dos estados, Israel y Palestina, vivan uno al lado del otro en paz.
Ningún presidente quiere que esta idea -la solución de dos estados- muera en su periodo presidencial. Así que no hace daño intentar una resucitación, incluso si el paciente al final se muere.
"Sueño sionista"
Tal vez sea un error ser demasiado cínico. No tengo ninguna duda de que Obama fue sincero en lo que dijo. Pero es más una cuestión de si en realidad puede lograr algo en concreto.
El discurso estuvo bien elaborado y fue audaz. Usó las alabanzas a Israel para argumentar a favor de la paz. Habló del significado de la fiesta del Passover para los afroestadounidenses, otro pueblo que alguna vez fue esclavizado en una tierra extranjera, anhelando por la libertad.
Alabó el sionismo, diciendo que "las personas merecen ser libres en su propia tierra". Ahí todavía no dijo que esto también aplica para los palestinos. Primero declaró que negar el derecho de existir a Israel, era como negar la existencia del cielo sobre sus cabezas o la tierra debajo, una frase con un ligero tono de salmo.
Lo más audaz de todo fue cuando dijo que un estado palestino podría "asegurar permanentemente el sueño sionista".
El legado del presidente
Esto puede sonar un poco confuso y filosófico, pero lleva dentro una advertencia. Si, por el crecimiento de los asentamientos, cada vez más y más palestinos abandonan la solucion de los dos estados, el único lugar donde tienen para ir es a una solución de un sólo estado.
Es decir, dominando a una Israel más grande mediante la superioridad demográfica y con movimientos en pro de los derechos civiles pidendo equidad y democracia. Para que eso pase puede pasar mucho tiempo, pero podría suceder, y el resultado final no sería un estado judío.
Parece que Obama nunca es más feliz que cuando traza el arco moral del universo, pero está tratando de poner un aviso de urgencia, diciendo que en una región que está creciendo de forma cada vez más impredecible, la paz se vuelve más dificil de alcanzar a medida que pasa el tiempo.
La mayoría de los expertos en la región se muestran pesimistas sobre la posibilidad de que comiencen en breve algunas conversaciones de paz. Sin embargo, un alto asesor de Obama dice que el mandatario no comparte su pesimismo -sus conversaciones aquí le han dado "mucha confianza".
Está instando a las partes a construir la confianza y luego ir hacia las cosas difíciles de forma rápida -y ocuparse de los aspectos fundamentales como las fronteras, los refugiados y el estatus de Jerusalén.
El nuevo secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, tiene un papel fundamental en todo esto. Él estará de regreso en Israel el fin de semana, para ver si alguna de las partes cumple con sus compromisos públicos.
Obama pronto estará en casa y centrará su atención en los asuntos internos. Pero este discurso será parte de su legado, para bien o para mal. ¿Será visto como un hombre que prometía mucho y cumplía muy poco? ¿O como el que inspiró a las personas a conseguir algo casi milagroso?.