Ordenan hacer retrato de misterioso médico que habría atendido a Neruda
La investigación por el supuesto envenenamiento del Premio Nobel es llevada adelante por el juez Mario Carroza.
Se intenta determinar la identidad de un tal "doctor Price" que estuvo en la Clínica Santa María.
El cadáver del poeta fue exhumado el pasado 8 de abril.
El ministro en visita Mario Carroza ordenó realizar un retrato con las características físicas y faciales del último médico que habría atendido a Pablo Neruda antes de morir, el 23 de septiembre de 1973.
Uno de los testigos del caso, el médico de la Clínica Santa María Sergio Draper, asegura que en los días posteriores al golpe tuvo acceso al vate un tal "doctor Price", pero hasta la fecha las búsquedas policiales no han dado con tal médico, ni existe registro de un titulado con ese apellido en las tres universidades chilenas que impartían la carrera de Medicina en la época.
"Conforme todos los antecedentes recopilados, no fue posible determinar la identidad del médico de apellido Price que fue mencionado", señala un informe de la PDI que sustentó la decisión del magistrado, y que hoy reproduce La Tercera.
Según el testimonio de Draper, el "doctor Price" tendría entre 27 años, mediría 1.80 metros de alto, tiene pelo rubio y ojos azules. Esta descripción será utilizada por la Brigada de Derechos Humanos y el Lacrim de la PDI para realizar el retrato.
De acuerdo a Draper, el "doctor Price" desapareció de la Clínica Santa María el día posterior a la muerte de Neruda y no volvió nunca más.
"Es como un doctor fantasma", dijo a La Tercera la semana pasada el abogado de la familia de Neruda, Rodolfo Reyes.
En tanto, el abogado querellante por el Partido Comunista, Eduardo Contreras, ha especulado con la posibilidad de que, debido a su descripción física, el misterioso médico pueda haber sido Michael Townley, quien fuera agente de la CIA y la DINA y autor del atentado contra el ministro de Salvador Allende Orlando Letelier en Washington.
La semana pasada el Servicio Médico Legal (SML) entregó el preinforme de los peritajes a los restos de Neruda, que confirmó que tenía una metástasis avanzada de su cáncer.