Nueva Mayoría acusó al Gobierno de "jugar con la economía y el futuro de Chile"

 

A medida que avanzaron las horas se sumaron voces y declaraciones cruzadas. La polémica la encendió el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet -quien atribuyó la desaceleración económica a las propuestas de Gobierno de Michelle Bachelet- y terminó como un enfrentamiento entre el Ejecutivo y la oposición a menos de una semana de la segunda vuelta.

El titular de Hacienda, Felipe Larraín, defendió la opinión de su colega en el gabinete y consideró indudable que el programa de Bachelet no estimula la inversión.

"Lo sorprendente sería que estas políticas (de Bachelet) constituyan un beneficio y una atracción de la inversión", dijo Larraín, quien negó estar cayendo en intervencionismo.

"Yo hago un llamado a cuidar nuestra inversión. No estoy llamando a votar por nadie. Oiga, si yo no pude hablar de economía, por favor... Creo que es razonable que yo me refiera a la economía, mal que mal tengo la responsabilidad por la conducción económica. Creo que a economía sí me puedo referir", dijo Larraín.

El jefe programático de Michelle Bachelet, Alberto Arenas, citó la tarde de ayer a la prensa en el comando y aseguró que el programa de la candidata es responsable y establece fuentes de financimiento muy precisas.

"El Gobierno no debe jugar con el futuro de Chile. Con la economía no se juega. Las declaraciones del Gobierno muestran una falta de generosidad con el país y pretenden esconder y evitar el real debate, que es la desaceleración de la economía", dijo Arenas.

Obsesión y terror

Desde los partidos de la Alianza defendieron el momento de emplazar a Bachelet, ya que aseguran que antes del balotaje hay que informar para que las personas tomen sus decisiones.

"Que me digan una, sólo les pido una propuesta que ayude a mantener y a generar empleo (en el programa de Bachelet). No hay ninguna, y quizás muchos chilenos no han percibido lo que esto significa", dijo desafiante el presidente de la UDI, Patricio Melero.

Su par RN, Carlos Larraín, al referirse a la propuesta de reforma tributaria, aseguró que "en la izquierda se da esta obsesión con los ricos".

En cambio, "nosotros tenemos obsesión con los pobres, queremos que los pobres dejen de ser pobres y que haya más pan en la mesa", señaló.

"La relación que hay entre la inversión y el empleo es conocida", finalizó el senador designado.

En la Nueva Mayoría, el presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, rechazó estas críticas.

"La verdad es que la gente nos conoce. Michelle Bachelet ya gobernó y no se va a reinventar... Obviamente que hay un nuevo programa frente a los nuevos desafíos de este nuevo ciclo", dijo Walker.

El senador alegó que "el frenesí de este Gobierno en los últimos 90 días con una candidata que no logra levantar cabeza realmente llega a extremos como sumarse a una campaña del terror que va a encontrar oídos sordos en la ciudadanía, porque la gente no es tonta".

Michelle Bachelet no entró en la polémica. Sí lo hizo su contendora, Evelyn Matthei, quien señaló que decir la verdad no es ofender ni intervenir.