Wagner reconoció uso de boletas falsas: Fue un error
El ex subsecretario negó que se trataran de pagos por favorecer al proyecto Dominga.
Indicó que formaban parte de su finiquito voluntario por retirarse del holding.
Wagner pidió boletas a su esposa y su cuñada.
El ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, reconoció el uso de boletas para retirar dineros cuando tenía un cargo público, y explicó que no solo recurrió a su cuñada, sino que también a su esposa.
Como consignó El Mercurio, en su declaración reservada del 9 de enero, Wagner rechazó que los pagos que recibió por parte de Penta hayan sido para favorecer al proyecto Dominga, ya que son parte de los 42 millones que se le debían por el finiquito voluntario al retirarse del holding.
"Eso no quedó escrito con nadie, fue una conversación verbal con Carlos Eugenio Lavín", manifestó.
Al estar ejerciendo su cargo público, conversó con Lavín "para reactivar el tema del finiquito voluntario de los 42 millones, y me dice que podríamos hacer algo de clases en la Universidad del Desarrollo, de manera de tener un ingreso fijo con actividad docente, que podrían ser ciertas horas al mes, en torno a las 40 horas".
Aunque esto no resultó, "hablo con Hugo Bravo, y me dice que a través de una boleta de un tercero por tres millones bimensuales se me va a pagar y que las tengo que girar a tres sociedades distintas por 14 meses", aclaró.
"Yo no cuestioné que se me pidiera la boleta de un tercero. Entendí que no podían ser boletas o facturas mías, porque no se pueden tener ingresos distintos a la docencia en un cargo público, pero este finiquito fue diseñado así, y reconozco que fue un error", añadió.
Boletas a familiares
El ex funcionarios público explicó a los fiscales que "en el año 2009 le pregunté a mi cuñada María Carolina de la Cerda si tenía boletas de honorarios y si me podía ayudar pasándome algunas cuando las necesitara".
"La idea era generar un beneficio tributario en las sociedades en las que yo participaba y para ella porque significaba una recuperación de los impuestos, en el sentido de rebajar la base imponible", recalcó.
Wagner reconoció que "también mi cónyuge Irene de la Cerda me facilitó boleta para Génesis en el año 2013 por alrededor de dos o tres millones de pesos, no recuerdo el monto exacto, con el fin de generar un beneficio tributario para la empresa".
"Estoy consciente de que hay un error que lo voy a reparar de la forma que el SII me indique (...) todas las boletas de mi cuñada Carolina de la Cerda dan cuenta de servicios inexistentes", indicó.