Papa aseguró que caso "Vatileaks 2" no le quita el sueño
Francisco se refirió a los imputados en el caso de difusión de información.
Señaló que continuará con su"labor de limpiar" la Iglesia de corrupción.
Para el pontífice "no fue una sorpresa" las declaraciones de los acusados.
El papa Francisco afirmó que no le quitó el sueño el nuevo caso de divulgación de información clasificada del Vaticano y expresó que fue un "un error" la elección para desempeñar cargos en el Vaticano de las personas actualmente imputadas.
"Se ha cometido un error. Lucio Vallejo entró en la COSEA (Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede) por ser el secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos", dijo el pontífice.
"¿Cómo entró ella (Francesca Chaouqui)? No estoy seguro, pero creo que no me equivoco si digo que fue él quien la presentó como una mujer que conocía el mundo de las relaciones comerciales", añadió.
El pontífice hizo estas declaraciones durante el vuelo de regreso de su viaje a África, según el diario italiano "La Stampa", y con ellas se refirió al proceso vaticano por la sustracción, difusión y publicación de material clasificado de la Santa Sede.
En el juicio están imputados el monseñor español Lucio Vallejo, la ex relaciones públicas Francesca Chaouqui y el antiguo miembro de la COSEA Nicola Maio, así como Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, los periodistas que publicaron en libros los secretos.
El papa señaló que Vallejo y Chaouqui trabajaron juntos hasta que la COSEA concluyó su misión de investigar las cuentas de la Curia.
"Los miembros de la COSEA permanecieron en algunos cargos del Vaticano. La señora Chaouqui no se quedó en el Vaticano. Algunos dicen que se enfadó por eso. Los jueces nos dirán la verdad sobre los hechos, cómo lo hicieron", consideró.
Francisco indicó que para él "no fue una sorpresa" y que no le "quitó el sueño" porque "mostraron la labor que se ha comenzado con la comisión de nueve cardenales, buscar la corrupción y las cosas que no funcionan".
En este sentido, manifestó su decisión de "continuar junto con los cardenales y las comisiones la labor de limpieza" emprendida en la Santa Sede y recordó las palabras de su predecesor, Benedicto XVI, que habló de "la suciedad de la Iglesia".
"Él lo denunció primero (...) Le elegimos por su libertad a la hora de decir las cosas", refirió.