Confusión e indignación entre los argentinos en conflicto por alza del gas
Los ciudadanos no saben si deben pagar las facturas del último mes.
Tribunal federal congeló estas alzas.
Decisión de la Justicia forzó al Gobierno a anunciar un tope para que las subidas anunciadas no superen el 400 por ciento.
El conflicto político y judicial que rodea la polémica subida de la tarifa del gas anunciada por el Gobierno argentino en abril y que hace una semana fue congelada por un tribunal federal se trasladó a las calles del país, donde los ciudadanos no saben si deben pagar las facturas del último mes.
La decisión de la Sala II de la Cámara Federal de La Plata, que el jueves pasado ordenó frenar los aumentos en la tarifa del gas en todo el país porque no se produjo audiencia pública previa a ejecutar el cambio en los recibos, forzó al Gobierno a anunciar un tope para que las subidas anunciadas no superen el 400 por ciento.
No obstante, esta mañana, ciudadanos de Buenos Aires consultados por EFE que se acercaron a pagar sus facturas a la oficina de Metrogas, la empresa que gestiona el suministro en el área de la capital, se mostraron indignados por las alzas y confundidos tras la sucesión de decisiones y rectificaciones por parte del Ejecutivo.
"Vine a retirar la factura pero no la pude pagar, no sé cuánto voy a pagar con la factura nueva pero en 15 días creo que va a ser el doble", comentó Jorge Méndez a la salida del edificio, atento a los detalles de su última factura de gas.
Para este argentino, los dirigentes de su país "se han ido al carajo con esto de subir y subir", ya que, dice, su recibo se incrementó el mes pasado entre un 30 y un 40 por ciento. "No sé si vamos sobrevivir dentro de tres meses, hay que parar el tarifazo", reclama.
Mientras la decisión judicial se dirime en la Corte Suprema, que pidió informes al Gobierno para que explique "cómo ha sido la evolución de las tarifas de gas y el impacto que la evolución provocó en la prestación del servicio", asociaciones de consumidores insistieron en que es posible negarse a pagar la tarifa.
Otra ciudadana porteña, María de la Paz, afirmó que hará caso a las recomendaciones de las asociaciones y no pagará el recibo de este mes, que, según calculó, ascendió un 500 por ciento con respecto a la anterior factura y criticó al Gobierno por su falta de sensibilidad y de justicia.
Ayer, el presidente argentino, Mauricio Macri, afirmó que las subidas son necesarias para garantizar la estabilidad del sistema energético y pidió a los ciudadanos que reduzcan el consumo de gas: "Cuando se encuentran en su casa en invierno y se vean que están en remera (camiseta), es que están consumiendo energía de más".
"La gente no puede pagar semejante aumento", lo contradijo Alejandro Gering tras abonar su recibo mensual, quien lamentó preguntado por EFE que pese a haber ahorrado, su tarifa aumentó un 400 por ciento, lo que, asegura, representa un 35 por ciento de su sueldo total.
Gering criticó además que en algunas zonas de la ciudad que están subvencionadas hay personas que pagan 11 pesos (70 centavos de dólar) de luz, mientras que en el bloque de enfrente "están pagando 800 (54 dólares)".