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La Araucanía: Agricultores cuestionan voluntad de diálogo de grupos radicalizados

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

Mesa de trabajo acordó proponer una tregua a los movimientos más radicalizados.

"Para cualquier inicio de solución es fundamental parar la violencia y hasta ahora nosotros no hemos visto esa voluntad", afirmó dirigenta.

 Archivo UNO

La tregua fue propuesta por el ex intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla.

La dirigenta de los agricultores de Victoria, Gloria Naveillán, cuestionó la decisión de la mesa de diálogo por la violencia en la Región de La Araucanía, que durante el jueves acordó proponer una tregua a los movimientos más radicalizados de la zona, como son el Weichan Auka Mapu y la Coordinadora Arauco-Malleco.

La tregua fue propuesta por el ex intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, quien participó como invitado a la mesa.

Naivellan explicó que "para cualquier inicio de solución es fundamental parar la violencia y hasta ahora nosotros no hemos visto esa voluntad".

"A lo mejor el señor Huenchumilla tiene contacto con algunos de estos grupos y efectivamente puede lograr que ellos se comprometan a esta tregua, por eso lo estará prometiendo", agregó.

En tanto, el ex intendente explicó que para su propuesta tomó como base "unas declaraciones que hizo en la prensa de Santiago Héctor Llaitul quien dijo que él estaba disponible para llegar a una tregua con el Estado".

"O sea, me parece que eso hay que tomarlo para que de aquí al año 2020 podamos buscar una fórmula de entendimiento", indicó Huenchumilla.

No hay espacio para la violencia

En tanto, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, aclaró que "la propia comisión determinará qué actores interlocutan: Todos aquellos que no actúen violentamente tienen un espacio en el país, tienen un espacio en estas comisiones, aquellos que usan la violencia como método, no lo tienen".

Pese al avance de la mesa, algunos representantes de la Coordinadora Arauco-Malleco han señalado que no se sentarán a dialogar con el Gobierno, ya que no validan al Estado ni a las autoridades eclesiásticas.