"Hijo de puta": La polémica advertencia del presidente filipino a Barack Obama
Previo a una reunión con el mandatario estadounidense, Rodrigo Duterte advirtió que no tocara el tema de su controvertido plan contra el narcotráfico.
Desde que entró en vigencia, más de 2.400 personas han muerto en apenas dos meses.
"Nosotros ya no somos colonia de Estados Unidos. ¿Quién es este hombre? Mi único dueño es el pueblo filipino", advirtió Duterte a Obama.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, trató a su par estadounidense de "hijo de puta" luego de que el mandatario del país norteamericano criticara el plan contra el narcotráfico que se lleva en el país y que ha provocado más de 2.400 muertes en dos meses.
Duterte, conocido por sus exabruptos, arremetió contra Obama en una comparecencia ante la prensa antes de partir para Laos, en la que rechazó la intervención de otros países en su polémica campaña antidrogas, que considera un asunto interno.
El mandatario filipino ha sido criticado en numerosas ocasiones por la campaña contra las drogas que ha iniciado en Filipinas desde el 1 de julio y al 31 de agosto, donde 929 personas han muerto en operaciones policiales y otras 1.507 en ejecuciones extrajudiciales.
En ese contexto y previo a reunirse con Obama en Laos en el marco de la cumbre entre EE.UU. y 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) , Duterte le advertía que no mencionara su controvertida campaña antidrogas.
"Debe ser respetuoso, no me haga preguntas (sobre la lucha antidrogas). Hijo de puta, le insultaré en ese foro", dijo Duterte sobre el líder estadounidense.
"Nosotros ya no somos colonia de Estados Unidos. ¿Quién es este hombre? Mi único dueño es el pueblo filipino", agregó.
Sus dichos provocaron la rápida reacción de la Casa Blanca que anunció que Obama no se reuniría en Laos con Duterte como estaba previsto.
Horas antes de emitirse el comunicado, el mandatario estadounidense aseguró que no tenía claro si debía reunirse con Duterte y dijo que había solicitado a su equipo que tomara una decisión al respecto.
"Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas", subrayó Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China).
Preguntado al respecto, Obama indicó que Duterte "es un tipo extravagante" y que, si llegaba a reunirse con él, pensaba plantearle la preocupación de Estados Unidos por su campaña de ejecuciones extrajudiciales.
"Lo cierto es que la forma en la que se gestiona el tráfico de drogas es seria para todos y hay que hacerlo de la forma adecuada", de "una manera que cumpla con las normas internacionales básicas", apuntó Obama.
Duterte, arrepentido
Hoy, el presidente de Filipinas se retractó -a través de un comunicado- afirmando que "lamentamos que (los comentarios) se hayan entendido como un ataque personal hacia el presidente de Estados Unidos".
Duterte también dijo sentir un "profundo aprecio y afinidad" con Obama, y afirmó que espera "limar las asperezas" con EE.UU. que "son resultado de nuestras prioridades nacionales y percepciones".
"Nuestra intención principal es trazar una política exterior independiente a la vez que promocionamos lazos más estrechos con todas las naciones, especialmente EE.UU., con quien hemos tenido una relación duradera", afirmó Duterte.
La guerra contra la droga comandada por el presidente filipino ha recibido numerosas críticas de organizaciones como la ONU, tanto por la elevada cifra de muertos como por lo que consideran violaciones de derechos y libertades fundamentales.