Caso AMIA: Argentina pidió a Irak que detenga a ex canciller iraní
Alí Akbar Velayatí es uno de los sospechosos de estar tras el ataque que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires.
Según información de prensa, viajó a Bagdad para participar en una serie de conferencias.
Sobre Veyalatí pesa una orden de captura internacional desde el año 2006.
El juez argentino Rodolfo Canicoba Corral emitió este jueves una orden de detención preventiva con fines de extradición para que Irak arreste al ex ministro de Relaciones Exteriores iraní Alí Akbar Velayatí, uno de los sospechosos del atentado a la mutual judía AMIA, que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires.
Según la agencia EFE, el magistrado realizó dicho pedido a las autoridades de Irak tras enterarse, a través de medios periodísticos iraníes, de que Velayatí (sobre quien pesa una orden de captura internacional desde 2006) viajó a Bagdad para participar en una serie de conferencias.
El juzgado emitió la orden hace unas pocas horas y espera que llegue lo más rápido posible, algo que puede complicarse debido a que Argentina no cuenta con representación diplomática en el país árabe.
Velayatí -que actualmente ejerce como consejero de Asuntos Exteriores del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí- es uno de los imputados por el atentado a la AMIA, que 22 años después permanece impune.
El listado de sospechosos del atentado lo integran también el ex ministro iraní de Defensa Ahmad Vahidi, el ex ministro de Información Alí Fallahijan, el ex asesor gubernamental Mohsen Rezai, el ex agregado de la embajada de Irán en Buenos Aires Moshen Rabbani y el ex funcionario diplomático Ahmad Reza Asghari.
Ya a finales de julio Canicoba Corral había realizado un pedido idéntico a las autoridades de Singapur y a Malasia, países a los que se supo que iba a viajar entonces el consejero iraní.
Sin embargo, las solicitudes no salieron adelante porque Argentina no mantiene un convenio de extradición con Singapur y de Malasia no obtuvo respuesta alguna.
Recapitulación
La polémica en torno al caso AMIA aumentó en Argentina después de que el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015) firmara, en 2013, un memorando de entendimiento con Irán para intentar esclarecer el ataque, cuya planificación y ejecución se atribuye al grupo terrorista Hezbolá.
El acuerdo contemplaba la creación de una comisión de expertos para la revisión de la causa judicial por el atentado a la AMIA y el desplazamiento del juez argentino a cargo del caso a Teherán para interrogar a los sospechosos.
Sin embargo, el memorando fue declarado inconstitucional por un tribunal argentino, y aunque nunca fue ratificado por Irán, generó un distanciamiento entre el Gobierno de Fernández y gran parte de la comunidad judía en el país.
El fiscal especial que estaba cargo de la investigación por el atentado, Alberto Nisman, consideraba que el pacto con Irán era un instrumento para encubrir a los iraníes sospechosos de planear el ataque y denunció a la presidenta ante la Justicia en enero de 2015.
Cuatro días después de hacerlo, Nisman fue hallado muerto de un disparo en la sien en su casa de Buenos Aires, en circunstancias que aún por esclarecer.
La investigación del caso estuvo plagada de irregularidades, por lo que se abrió otra causa por presunto intento de encubrimiento de la conexión local.
El atentado contra la AMIA fue el segundo ataque terrorista contra judíos de Argentina, después de que 29 personas murieran en 1992 al explotar una bomba frente a la embajada de Israel en Buenos Aires, atentado también atribuido a Hezbolá.