Justicia determinó que en la muerte de Miguel Enríquez "no existió enfrentamiento"
El ministro en visita Mario Carroza procesó a cinco ex agentes de la DINA -entre ellos Miguel Krassnoff- por el "homicidio calificado" del líder del MIR.
Estableció que, tras ubicarlo en la comuna de San Miguel, en 1974, la dictadura resolvió "eliminarle".
Miguel Enríquez, médico y padre biológico de Marco Enríquez-Ominami, fue abatido a los 30 años en una casa de la Calle Santa Fe donde estaba junto a su pareja embarazada.
El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, determinó que en la muerte del líder del MIR, Miguel Enríquez Espinosa, el 5 de octubre del año 1974, "no existió enfrentamiento".
Contrario a lo que informó la dictadura en la época y se consideró durante décadas la "versión oficial" sobre el hecho, el magistrado estimó que el secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria fue víctima de un "homicidio calificado", delito por el que decidió procesar a cinco ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), entre ellos Miguel Krassnoff Martchenko.
En su resolución (ver archivo adjunto) el juez estableció que Enríquez fue ubicado en la casa ubicada en Calle Santa Fe N° 725, en la comuna de San Miguel, donde se encontraba acompañado por su pareja, Carmen Castillo Echeverría, quien estaba embarazada, y sus compañeros de movimiento José Bordas Paz y Humberto Sotomayor Salas.
Al llegar al lugar "los agentes, sin advertencia alguna, comienzan a disparar contra el domicilio, ante lo cual la víctima (Enríquez) y los otros habitantes del inmueble deciden responder desde el interior".
Sin embargo, "ante la imposibilidad de hacerle frente a sus atacantes, Miguel Enríquez, encontrándose herido, intenta escapar por las techumbres de las casas colindantes, una vez que se asegura la suerte de Carmen Castillo".
Esto "lleva a que los agentes le esperaran y lo abatieran en el lugar", se lee en el auto de procesamiento.
"Se tomó la decisión de eliminarlo"
El dictamen recuerda que "la información oficial entregada en aquella oportunidad a los medios de prensa" por la DINA señalaba que el líder del MIR había sido ubicado mediante un "retrato hablado" tras un asalto al Banco de Chile, lo que finalmente había "originado el enfrentamiento y los agentes (habían sido) repelidos con disparos desde el interior de la vivienda, falleciendo Miguel Enríquez en el patio de la casa colindante a la propiedad de calle Santa Fe N° 725".
No obstante, "las diligencias y la información acumulada durante el desarrollo de esta investigación han permitido sostener que el aludido enfrentamiento no existió".
Por el contrario, "se advierte una preparación" que permitió "determinar con antelación su ubicación, permitiendo que la Brigada (de la DINA) a cargo de las indagaciones y represión del MIR preparara el lugar, planificara su detención y tomara la decisión de eliminarle".
Para esto "el lugar fue cercado con antelación por los jefes operativos y comunicado a los canales respectivos de la dirección de institución, y aprobada por ésta el objetivo" de matar a Enríquez, consigna el dictamen.
Reconstitución, diligencia clave
Además de Miguel Krassnoff, el juez Carroza procesó en calidad de autores del homicidio calificado a los ex agentes César Manríquez Bravo, Teresa Osorio Navarro, Ricardo Lawrence Mires y Rodolfo Valentino Concha Rodríguez.
Según explicó esta mañana en tribunales el magistrado, para la decisión sobre los procesamientos fue clave la reconstitución de escena que realizó hace tres meses, el 26 de julio, en el lugar de los hechos, de la cual tomaron parte Carmen Castillo y Miguel Krassnoff.
"Fue una diligencia importante dentro del proceso", dijo Carroza. Sobre la muerte de Enríquez "había dos tesis y una de ellas era el enfrentamiento, pero, conforme a los antecedentes, tengo presunciones fundadas de que es probable que se haya dado, más bien, una situación diversa al enfrentamiento. Por eso tomé esa decisión", explicó.
Miguel Krassnoff y César Manríquez ya están presos en Punta Peuco por otros crímenes de lesa humanidad. Ricardo Lawrence está prófugo hace dos años y para Teresa Osorio y Rodolfo Concha está en trámite su proceso de detención.