Al menos 50 presos se fugaron de una cárcel en Brasil tras nuevo motín
Las autoridades todavía no concluyen el recuento de presos, por lo que el número de fugitivos podría ascender a 200.
En el presidio tan solo hay internos vinculados al Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país.
Los presos se amotinaron este martes para protestar contra la "rígida disciplina" en el interior de la cárcel.
Al menos 50 presos se fugaron de una cárcel del estado brasileño de Sao Paulo durante un motín, en el que no se registraron muertes, según confirmó este martes el Sindicato de los Agentes de Seguridad Penitenciaria (Sindasp).
Las autoridades todavía no concluyen el recuento de presos, por lo que el número de fugitivos podría ascender a los 200, según relató la estatal Agencia Brasil.
El presidente del Sindasp, Daniel Grandolfo, aseguró a Efe que la situación en el presidio Instituto Penal Agrícola de la localidad de Bauru, en el interior de Sao Paulo, ya fue "controlada".
Grandolfo resaltó que en el presidio tan solo hay internos vinculados al Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país, lo que ha evitado enfrentamientos entre reos de facciones rivales, como los ocurridos en otras prisiones de Brasil en las últimas semanas.
Los presos se amotinaron este martes para protestar contra la "rígida disciplina" en el interior del presidio, el cual tiene una superpoblación carcelaria, según denunció el presidente del Sindicato.
El sistema penitenciario de Brasil atraviesa una profunda crisis que se agravó el primer día del año, cuando al menos 60 personas fueron brutalmente asesinadas en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos por un enfrentamiento entre clanes rivales.
La lucha de poder entre grupos criminales se ha extendido a otras prisiones del país y en lo que va de año más de 130 presos han muerto.
En Natal, en el noreste de Brasil, los reclusos mantienen el control de la prisión de Alcaçuz desde hace 11 días y al menos 26 personas han sido asesinadas, la mayoría de ellas de la facción Sindicato do Crime do Río Grande do Norte (SDC), por órdenes del PCC.
La policía entró el pasado fin de semana para construir una barrera de contenedores con el fin de separar los clanes, que llegaron a protagonizar una batalla campal, y este martes volvió a ocupar el complejo penitenciario para realizar inspecciones.