Localidad argentina batió Récord Guinness de personas flotando en un lago
La marca se registró en la localidad de Carhué, en el lago Epecuén.
"Estamos muy contentos, las imágenes del momento vistas desde el dron son impresionantes", expresó uno de los organizadores.
Los organizadores contabilizan 2.100 inscripciones.
La localidad bonaerense de Carhué batió el Récord Guinness de personas flotando en línea y de forma simultánea en su lago Epecuén, cuya agua cuenta con unas características de salubridad parecidas al Mar Muerto.
"Estamos muy contentos, la verdad es que las imágenes del momento vistas desde el dron son impresionantes", expresó Javier Andre, director de Turismo de la ciudad, y añadió que la organización no confirmó todavía la cifra exacta de personas aunque sí les dijo que habían superado el número que tenía el récord hasta esta tarde, ya que había unas 2.100 personas inscritas.
El título de mayor número de gente flotando a la vez en un lago, lo tenía una ciudad china donde 634 personas consiguieron permanecer en el agua en cadena y mientras flotaban.
Andre explicó antes de entrar en el Libro Guinness de los Récords que eran las características de salubridad del agua, diez veces superior a un lago corriente, las que hacían que los cuerpos flotaran en su superficie.
Por ese motivo, indicó, se facilitaba el conseguir el récord, ya que los participantes solo tenían que dejarse llevar "porque el agua hará el resto del trabajo", subrayó.
Mientras que el récord anterior se había conseguido con salvavidas, los vecinos y visitantes de Carhué lo hicieron sin necesidad de utilizar objetos que les ayudaran a flotar.
Desde la ciudad anunciaron que era la forma "ideal" de terminar las Fiestas Termales, que se iniciaron el pasado viernes y que atrajo durante el fin de semana a turistas de varias provincias de Argentina a la región del este del país.
"Por esto han venido muchos visitantes, estamos muy contentos de haberlos recibido", recalcó.
La localidad es conocida en el país suramericano por las inundaciones que la sumergieron casi por completo en 1985 y que destruyeron la mayor parte de la zona habitada haciendo de ella una localidad fantasma.
A lo largo de los años, los vecinos reconstruyeron calles y casas, y hoy en día continúa la lucha por su resurgimiento con iniciativas como esta.