Presidente filipino llamó "locos" a diputados europeos por condenar su guerra antidroga
"¿Por qué tienen que jodernos? Maldita sea", dijo después de que condenaran la guerra contra las drogas que lleva a cabo en Filipinas.
Rodrigo Duterte les exigió "no imponer su cultura o creencias" a países o gobiernos con realidades distintas al otro lado del planeta.
El mandatario aseguró en su discurso que "va a morir más gente" en su campaña.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, llamó "locos" a los diputados del Parlamento Europeo y les instó a "meterse en sus asuntos" después de que condenaran la guerra contra las drogas que lleva a cabo en Filipinas, informaron este lunes los medios locales.
"No entiendo a estos locos. ¿Por qué tratan de imponernos? ¿Por qué no se meten en sus asuntos?", dijo Duterte anoche en un discurso a la comunidad filipina en Naypyidó, la capital de Birmania, Myanmar, al inicio de una gira por el sudeste de Asia, según la televisión filipina.
Duterte, famoso por sus excesos verbales, añadió: "¿Por qué tienen que jodernos? Maldita sea", en su mensaje dirigido a los diputados europeos, a quienes exigió "no imponer su cultura o creencias" a países o gobiernos con realidades distintas al otro lado del planeta.
El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada una resolución para condenar y pedir el cese de la "guerra contra las drogas" puesta en marcha por el presidente, así como para exigir la liberación de la senadora Leila de Lima, una de sus principales opositoras acusada de corrupción.
El mandatario aseguró en su discurso que "va a morir más gente" en su campaña y prometió continuar con ésta "hasta que muera el último narcotraficante de Filipinas y los camellos estén fuera de las calles".
La "guerra antidroga" dejó más de 7.000 muertos en los primeros siete meses desde que Duterte asumió la presidencia a finales de junio con la intención de acabar con las drogas y el crimen a toda costa.
Tras un mes de suspensión para "limpiar" de corrupción la Policía, la campaña se reanudó a principios de marzo con la promesa de ser "menos sangrienta" y desde entonces han muerto al menos 27 presuntos traficantes y toxicómanos en enfrentamientos con los agentes.
Por otra parte, Duterte expresó en su discurso su deseo de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le apoye en su "guerra contra las drogas" y volvió a insultar a Barack Obama, al que ya había llamado "hijo de puta" en septiembre en un incidente que creó una crisis diplomática entre ambos países.
"En todos los foros amenazaban con que íbamos a perder la asistencia (internacional). Hubo un momento en que Obama decía constantemente. El Departamento de Estado decía. Y todos ellos eran unos idiotas", afirmó Duterte en su discurso en Myanmar.
El mandatario no dudó en mandar "al infierno" a la anterior administración estadounidense, a la que invitó a "comerse su asistencia" al considerar prioritario para Filipinas mantener una "política exterior independiente".