Religiosa que acusó violación y demandó al Arzobispado: Busqué apoyo y fui maltratada
La hermana Francisca -quien quedó embarazada producto del ultraje- dijo a Cooperativa que la reacción de la Iglesia le "partió el corazón".
Su abogada espera que la Justicia "en esta ocasión se ponga del lado de las víctimas y no de quienes han abusado de su posición de poder".
"He vivido mucho tiempo en la oscuridad más tenebrosa, pero aunque mi barca se tambaleó, nunca me solté", dijo Francisca a Una Nueva Mañana.
Televisión Nacional dio a conocer anoche el caso de una monja perteneciente a la congregación de las Hermanas Clarisas Capuchinas que demandó al Arzobispado de Santiago luego de haber sido violada al interior del Monasterio de la Santísima Trinidad de Santiago y quedar embarazada.
La hermana Francisca profundizó este martes, en Cooperativa, en su testimonio, y detalló la manera en que las autoridades eclesiales la ignoraron, la "calumniaron" y le recomendaron guardar silencio.
También explicó que, pese a lo ocurrido, sigue "amando a Dios y a la Iglesia", mantiene su fe y confía en que, con esta acción judicial, podrá recuperar su "dignidad" y mirar al mundo "la frente en alto".
A continuación los pasajes más destacados de su conversación telefónica con Una Nueva Mañana:
"Sólo recibí maltrato"
-"Yo busqué apoyo en mi Iglesia, a la que le correspondía apoyarme como buena madre misericordiosa, pero no recibí ayuda, siendo que fui al Arzobispado. Dejé mi petición, y me dijeron que esperara que las aguas decanten".
-"(La reacción de las compañeras de congregación) fue lo más doloroso para mí, embargó mi corazón de pena, de angustia, sólo recibí de ellas maltrato. No me creyeron, hasta llegaron al punto de calumniarme. Eso seguía rompiendo mi corazón".
-"Tanto las hermanas como el Arzobispado se han hecho presentes sólo porque hay una demanda (...) En septiembre me fue a visitar la abadesa actual, dejándome dos documentos: uno explicándome que yo tenía que legalizar mis temas civiles-religiosos y otro documento sobre la dispensa de mis votos. Desde ese momento día a día me llamaban para pedirme que yo tenía que firmar cuanto antes los documentos, porque el cardenal Ezzati los estaba exigiendo".
-"El 19 de enero, sorpresivamente, también llegaron, pero con otra carta, totalmente distinta a la de septiembre, donde me piden que me integre nuevamente al monasterio que yo quisiera, dándome todas las posibilidades, pero les dije que ya era tarde, porque con la primera carta, de septiembre, me terminaron de partir el alma".
-"Aprendí de nuestra madre Santa Clara una frase que me quedó siempre grabada: Aunque una hermana sea motivo de escándalo en la Iglesia o en la comunidad, trátesele con amor y misericordia... Eso yo no lo recibí, siendo inocente".
"Mi familia aún no lo sabe"
-"El tema es muy doloroso para mí. Mi familia aún no lo sabe. He tratado de disimular, que todo está bien, he tratado de sobrevivir con apoyos anónimos y seguir adelante. He sufrido silenciosamente mi dolor".
"Yo creo que nada en el mundo, ni siquiera aunque me dieran el Vaticano entero, va a reparar mi corazón, pero sí podría tener una calidad de vida mejor y mi dignidad más en paz".
-"(Tras hacer pública la denuncia) me siento frágil, pero fuerte; me siento en paz, porque empieza a restaurarse mi dignidad como mujer, como religiosa, como persona".
-"Es muy doloroso disimular, tratar de fingir como que nunca hubiera pasado nada. A mí me gusta la transparencia y sufría al tener que soportar una mentira, si mi vida, por dentro, estaba hecho pedazos".
"He vivido en la oscuridad más tenebrosa"
-"En este momento sólo estoy viviendo de la mano misericordiosa de Dios padre, con ayuda de personas que nunca me han dejado de lado, dándome una palabra, un techo, un vaso de agua, comida e incluso vestido; amistades".
-"(Sobre su fe) He vivido mucho tiempo en la oscuridad más tenebrosa, pero confiada en que, aunque mi barca se tambaleó, nunca me solté".
-"Siempre seré clarisa capuchina. Me siento orgullosa de ser capuchina, de ser esposa de Cristo, pobre, humilde".
-Dice que no ha tenido apoyo de sacerdotes: "Si bien ellos son mis hermanos, porque son parte de la iglesia, no son mis hermanos fraternos".
"No trato de hundir a la Iglesia"
-"Si bien ha pasado tiempo, todavía mis aguas no han decantado, porque esto es como si hubiera sido ayer. Todavía no lo he superado".
-"Yo no quiero tratar de hundir a la Iglesia, sino que esto no vuelva a pasar nunca más en la historia, porque yo sigo amando a mi madre Iglesia".
-"(Sobre el revés en la demanda del caso Karadima) Yo lo siento mucho por esos jóvenes. Si bien es cierto tal vez no ganaron, ganaron en la justicia del pueblo, y con eso uno ya se siente dignificado, de tener la frente en alto".
-Sobre la actitud de la Iglesia: "Es simple lavarse las manos como Pilatos, pero de la justicia de Dios nadie se va a escapar".
Abogada: No se protegía a las monjas
Visitó los estudios de Cooperativa la abogada de la Corporación Humanas Camila Maturana, quien desde el año representa a Francisca en la "demanda civil de indemnización de perjuicios".
"Esta mujer, una monja de claustro, fue violada al interior del monasterio, culpabilizada por la Iglesia y por las Hermanas Clarisas Capuchinas de la violación, dejada en completo abandono, maltratada y, en definitiva, marginada de la vida religiosa", dijo
"Nosotros sostenemos que la violación sexual ocurrió en un contexto de riesgo, porque en el monasterio, y con autorización de Arzobispado, no se adoptó ninguna medida para proteger a las mujeres que se encontraban al interior del claustro en el momento en que, en reiteradas ocasiones, cuando era necesario hacer trabajos, trabajadores hombres eran autorizados a ingresar y quedarse viviendo en el monasterio", detalló.
La jurista desea que el proceso "no sea tan largo", pues "hay un llamado a conciliación" que la parte demandante a espera "que fructifique"
"También uno espera que la Justicia de este país esté más madura y, en esta ocasión, se ponga del lado de las víctimas y no de quienes, por tantos años, han abusado de la posición de poder que tienen frente a mujeres y hombres jóvenes que hacen vidas religiosas", finalizó.