Sobrino de Jaime Guzmán: Como familia ya perdonamos a los asesinos
A juicio de Francisco Moreno, el asesinado senador "hubiese perdonado a sus asesinos, tal como lo hizo mi abuela".
"Su sencillez y la visión espiritual de la vida que tenía lo hacían ser una persona diferente", recordó.
Jaime Guzmán fue asesinado el 1 de abril de 1991.
Francisco Moreno, sobrino de Jaime Guzmán, sostuvo que "como familia ya perdonamos a los asesinos", al comentar la detención de Marcela Mardones y Raúl Escobar, implicados en el asesinato del senador de la UDI ocurrido en abril de 1991.
En conversación con La Segunda, Moreno, abogado y militante UDI, reocrdó que Guzmán "tenía un agudo sentido del humor y una capacidad de imitación envidiable: imitaba a Alessandri, Pinochet, Rosende y varios más con una gracia extraordinaria".
"Mi relación con él era muy cercana. Me trató siempre como un igual y era un gran conservador. Su sencillez y la visión espiritual de la vida que tenía lo hacían ser una persona diferente", añadió.
El sobrino de Guzmán expresó que "aunque él estaba a favor de la pena de muerte en casos excepcionalmente graves, sin duda que hubiese perdonado a sus asesinos, tal como lo hizo mi abuela. Paradójicamente, así habría sido. Como familia ya perdonamos a los asesinos, hoy sólo exigimos justicia".
Sobre el día del fallecimiento de su tío, Moreno apuntó que "con 15 años, fue especialmente doloroso enfrentar el asesinato de un familiar tan cercano. Aprendí lo irracional e injustificable que es la violencia política, venga de donde venga. Tuve miedo por primera vez al tener la muerte tan cerca. (...) Tras el asesinato de mi tío me costó llorar, el shock fue muy grande".
Respecto al tiempo que ha pasado sin que se haga justicia en este caso, el abogado apuntó que "es difícil pensar que no haya habido una coordinación y colusión de muchos para que esto sucediera. Seguramente éste es un caso que no terminará nunca, será difícil decir un día 'se hizo justicia'. A pesar de ello, mantenemos la esperanza".
"No hemos tenido descanso en esta historia de falsedades. Es impresionante que los asesinos de Jaime no hayan enfrentado su pasado y que no demuestren remordimiento alguno. Es aún más patético y penoso que hayan terminado viviendo como delincuentes de poca monta", concluyó.