La muerte de Helmut Kohl volvió a dejar al descubierto las miserias familiares
Uno de sus hijos, Walter, protagonizó una polémica tras no poder ingresar al hogar donde el ex canciller vivía con su esposa.
La familia tiene una historia de peleas mediáticas en los últimos años.
El 1 de julio se realizará un funeral de Estado para Kohl.
La muerte del ex canciller alemán Helmut Kohl, cuya figura política ha recibido unánimes elogios, ha vuelto a dejar al descubierto su complicada vida personal, con los hijos de su primer matrimonio enfrentados públicamente a su segunda mujer.
El distanciamiento quedó registrado por las cámaras ante la casa del fallecido político, cuando uno de sus hijos, Walter, acompañado de dos nietos, intentó sin éxito acceder a la casa familiar en Oggersheim y la policía que la custodia le comunicó que tenía prohibida la entrada.
El abogado de la viuda, Stephan Holthoff-Pförtner, acusó sin embargo en declaraciones a los medios locales a Walter Kohl de haber provocado la escena, después de haber ignorado una llamada telefónica que habían acordado para planear la participación de la familia en los actos organizados para despedir al ex canciller.
En paralelo, el semanario Der Spiegel informaba de que la viuda, Maike Kohl-Richter, había intentado que la canciller alemana, Angela Merkel, no hablara en las ceremonias fúnebres organizadas el 1 de julio en honor del político en el Parlamento Europeo de Estrasburgo y en la localidad alemana de Espira, donde será enterrado.
"No puedo hablar por la familia del fallecido, pero puedo decir que la canciller tendrá un papel activo en Estrasburgo y que los otros intervinientes de la lista muestran la relevancia del ex canciller en la política europea e internacional", manifestó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.
En el acto organizado en la Eurocámara intervendrán, junto a Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el expresidente de EEUU Bill Clinton.
"Sobre las conversaciones entre la viuda y las instituciones alemanas y europeas implicadas no puedo ofrecer ninguna información", reiteró Seibert.
Complicada historia familiar
Maike Kohl-Richter, 34 años más joven que el ex canciller, fue el principal apoyo de Helmut Kohl en sus últimos años.
Tras su boda, en 2008, las relaciones del político y sus dos hijos, Walter y Peter Kohl, de 53 y 51 años, fueron tensas y en 2011 se rompieron definitivamente.
Los dos hijos han acusado reiterada y públicamente a Richter de manipuladora y de haberles separado de su padre y Walter, que acudió el viernes a la casa familiar tras hacerse pública la muerte, aseguró ante un grupo de periodistas presentes que se había enterado a través de la radio.
Peter Kohl había dejado ya al descubierto las desventuras familiares en un libro que publicó en 2002, un año después del suicidio de su madre, Hannelore Kohl.
Hannelore fue hallada muerta el 5 de julio de 2001 en su casa de Oggersheim, de donde llevaba 15 meses sin salir más que al caer la noche por culpa de una alergia a la luz, tras una vida consagrada al papel de abnegada esposa del hombre de Estado.
Había estado casada con Helmut Kohl cuarenta años y el ex canciller se hallaba concentrado entonces en defender su integridad, manchada por el escándalo de financiación irregular de su partido que estalló justo después de perder el poder tras 16 años en la cancillería (1982-1998).
Desde que el canciller muriera el pasado viernes, los medios alemanes han vuelto a bucear en las miserias de la familia, recordando por ejemplo que fue la jefa de gabinete del ex canciller quien informó a Walter por teléfono de que su madre había muerto.
Pocos años después se hizo pública la relación de Kohl y Maike, que se encargó de atender al político, en silla de ruedas desde que sufrió una grave caída en 2008, y de gestionar su agenda de encuentros, tanto públicos como privados.