Incierto escenario en Islandia: Conservadores ganaron en las urnas, pero perdieron apoyo
El contexto post-electoral no ofrece mayorías claras para formar gobierno y sitúan a varias fuerzas de centro como claves.
El Partido de la Independencia logró el 26 por ciento, tres puntos menos que hace un año, seguido por la Izquierda Verde, con el 17 por ciento.
Pese a los escándalos personales que han afectado al primer ministro conservador, Bjarni Benediktsson, su tienda ganó.
El conservador Partido de la Independencia ganó las elecciones anticipadas en Islandia, que no ofrecen mayorías claras y sitúan a varias fuerzas de centro como árbitro, que podrían también dar el poder a la izquierda.
El bloque de izquierda mejoró de forma sustancial los resultados de hace un año, pero no lo suficiente como para compensar la caída de su aliado el Partido Pirata, por lo que necesitará de al menos una formación de centro para intentar gobernar.
Pese a los escándalos personales que han afectado al primer ministro conservador, Bjarni Benediktsson, y que provocaron la ruptura del anterior Ejecutivo y la convocatoria de los segundos comicios en un año, el Partido de la Independencia hizo valer su condición de fuerza hegemónica y las buenas cifras macroeconómicas.
La formación que, salvo una, ha ganado todas las elecciones desde la independencia en 1944, no pudo evitar un retroceso de 4,5 puntos y cinco escaños, pero logró un triunfo sólido con algo más del 25 por ciento de los votos, con ocho puntos sobre el segundo, el Movimiento de Izquierda Verde, y 16 de los 63 diputados del Parlamento.
Los otros dos componentes de la extinta coalición en el poder -con nueve meses, la más breve con mayoría absoluta en la historia del país- tampoco salieron bien parados: el Partido Reformista cayó casi cuatro puntos y se quedó en cuatro diputados, tres menos; y Futuro Brillante quedó fuera del Parlamento al perder sus cuatro escaños.
Fue precisamente esta última fuerza política la que precipitó hace mes y medio la caída del Ejecutivo al descubrirse que Benediktsson había ocultado que su padre recomendó que le fuera "restituido el honor" -polémica figura legal abolida luego por el Parlamento- a un amigo suyo condenado por pederastia.
Los rojiverdes mantuvieron su segunda posición, con un ligero avance y un diputado más (11) y se ven beneficiados por la subida de la Alianza Socialdemócrata, que duplica resultados hasta el 12,1 por ciento y siete mandatos.
La gran sensación: el Partido Centrista
Pero la gran sensación de las elecciones es el naciente Partido Centrista -con algo más del 10 por ciento de los votos y siete mandatos-, proyecto del ex primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson, forzado a dimitir en abril de 2016 al descubrirse, a través de los papeles de Panamá, que había depositado casi cuatro millones de dólares en bonos de bancos islandeses en una sociedad en las Islas Vírgenes.
El panorama postelectoral poco claro que dejan los comicios en Islandia, donde no hay tradición de gobiernos en minoría, permite suponer que las negociaciones para formar un Ejecutivo pueden ser tan duras como las últimas, que se demoraron diez semanas e incluyeron varias constelaciones distintas de partidos.