Presidente de Filipinas mató a alguien "solo porque nos miramos el uno al otro"
"Cuando era adolescente, entraba y salía de la cárcel, una pelea aquí, otra allá. Con 16 años maté a alguien", contó Rodrigo Duterte.
El mandatario dijo que "con más razón ahora, que soy presidente. Si jodes a mis compatriotas, no te voy a dejar escapa".
Duterte contó que a los 16 años apuñaló a un adolescente.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, afirmó en Danang (Vietnam) que mató a una persona con un puñal cuando tenía 16 años, una época en la que, según dijo, "entraba y salía de la cárcel" por sus frecuentes peleas.
"Cuando era adolescente, entraba y salía de la cárcel, una pelea aquí, otra allá. Con 16 años maté a alguien", relató anoche el mandatario ante un grupo de trabajadores filipinos residentes en Danang, donde participa en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
"Fue durante una pelea. Un apuñalamiento. Yo tenía 16 años. Fue solo porque nos miramos el uno al otro. Con más razón ahora, que soy presidente. Si jodes a mis compatriotas, no te voy a dejar escapar. No me importan los defensores de los derechos humanos", dijo con su habitual tono desenfadado.
El presidente filipino, que hoy participó en un encuentro con los líderes de las otras 20 economías del APEC, hizo estas declaraciones durante un encuentro con emigrantes filipinos en el que defendió su controvertida campaña contra las drogas.
No es la primera vez que Duterte hace declaraciones de este tipo, a menudo jaleadas por millones de compatriotas.
Una de las más llamativas ocurrió el pasado diciembre, cuando afirmó que había matado a supuestos drogadictos y traficantes de drogas mientras era alcalde de Davao, ciudad de Mindanao (sur).
Semanas antes de ser elegido, relató cómo disparó en la facultad de Derecho donde estudiaba a otro alumno que se había mofado de su característico acento sureño.
Más de 3.900 sospechosos han sido abatidos por la policía desde que empezó su campaña antinarcóticos y se estima que el número de fallecidos es superior a 7.000 si se suman las muertes de supuestos drogadictos y traficantes atribuidas a particulares y patrullas vecinales.
Duterte ha sido acusado durante años por ONG, entre ellas Human Rights Watch, de dirigir los "escuadrones de la muerte" de Davao, bandas de sicarios formadas por antiguos policías y soldados que habrían "eliminado" a más de 1.000 criminales para limpiar la ciudad.