La izquierda en Brasil se rebeló contra Netflix
La serie "El Mecanismo", que recrea el escándalo de corrupción "Lava Jato", ha sido acusada de propagar "fake news".
"Netflix no sabe donde se ha metido", advirtió la ex presidenta Dilma Rousseff.
Una parte de la izquierda brasileña encabezada por la ex presidenta Dilma Rousseff ha alzado un grito contra Netflix tras el lanzamiento de "O Mecanismo", una serie que recrea el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil y que ha sido acusada de propagar "fake news".
Enfurecida con el contenido de la serie, Dilma Rousseff lidera una cruzada contra la plataforma por hacer "campaña política en Brasil", y concretamente contra el premiado cineasta José Padilha, con quien se ha enzarzado en una batalla dialéctica tras el estreno de "O Mecanismo" ("El mecanismo").
"Netflix no sabe donde se ha metido", advirtió la ex presidenta, apartada del poder por el Congreso en 2016 por irregularidades en las cuentas públicas.
"O Mecanismo" ("El mecanismo"), que se estrenó el viernes con un primera entrega de ocho capítulos, está inspirada en la "Lava Jato", la operación que destapó la mayor red de corrupción de Brasil y que ha implicado a políticos de todo el arco partidario.
Aunque la plataforma advierte en cada capítulo que la serie es una "obra de ficción inspirada en eventos reales", Rousseff considera que es "mentirosa" y "tergiversadora".
Con personajes perfectamente identificables, la serie transcurre entre 2003 y 2014, durante los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, que en la ficción se transforman en Joao Higinio y Janete.
En un encendido discurso, Rousseff acusó a "O Mecanismo" de propagar "todo tipo de mentiras" y "noticias falsas" para atacar su figura y la del ex presidente Lula, condenado a 12 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la operación Lava Jato.
Director de "El Mecanismo: "La izquierda enloqueció"
Padilha, conocido como director de la premiada película "Tropa de Elite" y de la serie también de Netflix "Narcos", no se amilanó por las críticas de Rousseff y aseguró que la izquierda "enloqueció" y "se volvió tan hipócrita como la derecha".
El director también consideró "patético" un movimiento creado en las redes sociales para que los usuarios cancelen las suscripciones a la plataforma tras el lanzamiento de este thriller policíaco.
"No creo estar esparciendo noticias falsas. ¿O será que la corrupción gigante que el PT, PMDB y PSDB (algunos de los principales partidos de Brasil) operan en el país son 'fake news'?", dijo Padilha, en una entrevista al diario O Globo.
Rousseff acusó al director de usar las "mismas tintas" que la prensa brasileña para "practicar asesinatos de reputaciones", "vertiendo mentiras" que ni los grandes medios de comunicación nacionales "tuvieron coraje de insinuar".
La ex mandataria, la primer mujer en gobernar Brasil, dijo que el cineasta tuvo el "desplante" de atribuir a Lula unas declaraciones realizadas por el senador Romero Jucá, investigado por su implicación en el escándalo de la petrolera estatal Petrobras.
En una grabación telefónica, Romero Jucá, quien llegó a ser un estrecho colaborador del presidente Michel Temer, sugería que si Rousseff era destituida, se podría "frenar" la Lava Jato y "estancar la sangría" de investigaciones a políticos corruptos.
Padilha contraatacó y justificó que la serie muestra la enorme trama de corrupción protagonizada por diversas formaciones, entre ellas el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y Rousseff y el partido del Movimiento Democrático Brasileño, de Temer.
"¿Y la izquierda quiere polemizar el uso del término 'estancar la sangría'? No hace falta ser Sigmund Freud para concluir lo que la izquierda reveló sobre sí misma al agarrarse a este punto...?", cuestiona Padilha en su entrevista a O Globo.
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Para el creador de "Narcos", la trama corrupta perjudicó a los brasileños, con "la participación clara de Lula y Temer, que durante buena parte del tiempo fueron socios en la corrupción sistemática" de la política en el país.
La serie demuestra que el mecanismo de la corrupción en Brasil funciona igual en la estatal Petrobras que con el fontanero, es como "un cáncer que lucha para continuar existiendo y la mayor parte de las veces lo consigue".