Beneficios y riesgos de una dieta vegetariana
El INTA explica cómo llevar adecuadamente una dieta vegetariana sin sufrir riesgos de salud.
Es cada vez más común conocer a personas que optan por una vida vegetariana, la que, según destaca el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) puede ser muy beneficioso, pero se deben tomar algunos resguardos.
En esta área encontramos diversos tipos de alimentación, según su origen. Están los veganos (sin alimentos de origen animal), lacto-vegetarianos (sólo lácteos y derivados) y ovo-lacto-vegetarianos (huevo, lácteos y derivados)
Verónica Cornejo, académica del INTA, enfatizó que la Asociación Americana de Nutricionistas enfatiza que estas dietas "bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia".
"No obstante, la misma organización recomienda que en situaciones especiales, como en embarazadas, nodrizas, niños y adolescentes, debe recibir asesoría de un especialista en nutrición", enfatizó.
Entre los efectos beneficiosos destaca la disminución del índice de masa corporal (IMC), del colesterol LDL y del nivel de glicemia, al ser comparados con la población omnívora.
Los estudios han mostrado que existe un factor protector significativo de una dieta vegetariana en comparación con la incidencia o mortalidad de cardiopatía isquémica (nonos de 25 por ciento) y de cáncer total (menos de 8 por ciento), pero no con las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares totales.
Por otro lado, investigaciones realizadas en niños ovo-lácteo vegetarianos mostraron un crecimiento idéntico al de niños que recibían una alimentación omnívora. No obstante, no ocurrió lo mismo con los niños veganos, ya que éstos tenían una talla más baja y eran más delgados.
Uno de los factores adversos y preocupantes que pueden ocurrir, destaca la académica del INTA, es la deficiencia de vitamina B12, la que a largo plazo produce anemia megaloblástica, lo que conduce posteriormente a un aumento del nivel de homocisteína, sustancia que favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares.
Asimismo los recién nacidos de madres veganas nacen con niveles de B12 marginales, los que podrían producir efectos metabólicos graves en el niño.
Se recomienda que la mujer embarazada vegana o vegetariana se suplemente con esta vitamina durante su embarazo y lactancia.
Otro tema que preocupa, explica la experta del INTA, es la menor o muy baja ingesta de proteínas de buen valor biológico y cómo afecta tanto a niños como adultos. La calidad de la proteína está asociada al perfil de aminoácidos que esta contenga.
Es así como la proteína de mejor calidad es la de origen animal (huevo, lácteos y carnes en general). La proteína de las leguminosas es deficiente en un aminoácido llamado metionina, pero si éste es aportado como mezcla, su calidad es comparable a las de origen animal. Es así que al agregar un cereal (arroz, fideos o semillas) se mejora su calidad.
Por ello, el consumo de porotos con choclo, garbanzos con sésamo o lentejas con chía, son una excelente fuente de proteínas de buen valor biológico en las dietas vegetarianas.
Se ha observado que la densidad mineral ósea y el riesgo de fracturas son similares entre los niños con ovo-lácteo vegetarianos que los omnívoros. Sin embargo, en niños y adolescentes veganos hay una menor densidad mineral ósea, por consiguiente un mayor riesgo de fractura asociado al bajo consumo de calcio.
Es importante señalar que hay diversas verduras, frutos secos o leguminosas que son ricas en calcio (brócolis, espinaca, almendra, porotos, etc.) pero por contener oxalatos la absorción de este mineral es deficiente.
La vitamina D es esencial para la retención del calcio en los huesos y su fuente principal es la luz solar. Los estudios mencionan que una latitud mayor a 40 grados, incrementa el riesgo de deficiencia de esta vitamina.
A pesar de que los veganos y vegetarianos consumen principalmente hierro no hemínico (verduras de hoja verde), que es de menor biodisponibilidad que el hierro hemínico proveniente de las carnes rojas, no es frecuente encontrar deficiencia de hierro, ya que el consumo de alimentos ricos en vitamina C (frutas y verduras), favorece la absorción de este tipo de hierro contenido en los cereales, legumbres, frutos secos, semillas y contrarresta los efectos inhibidores de los fitatos sobre este mineral.
La recomendación es que si se toma la decisión de este estilo de alimentación se debe solicitar asesoría a profesionales de la salud con experiencia en nutrición y alimentación, que ayude a implementar correctamente la nueva dieta y prevenir los riesgos en la salud que podría ocasionar una alimentación desequilibrada.