La confesión de Duterte: "No me gusta designar mujeres en el gobierno"

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EFE

El controvertido presidente de Filipinas dijo sentirse "incómodo" mandándolas a cumplir ciertas tareas.

Prefiere los hombres porque "pueden recibir un aluvión de órdenes sin quejarse".

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El jefe de Estado es conocido por sus habituales discursos fuera de tono,

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, prefiere contar con hombres para los cargos importantes de su gobierno porque, en su opinión, éstos "pueden recibir un aluvión de órdenes sin quejarse".

"Realmente no me gusta designar mujeres. Prefiero a los hombres porque tengo muchas demandas", afirmó Duterte anoche en un discurso en Davao, su ciudad natal, en un acto sobre nuevas tecnologías.

Duterte dijo sentirse "incómodo" mandando a mujeres cumplir ciertas tareas como por ejemplo "ir de repente a Marawi", ciudad en la que el año pasado se libró una cruenta batalla durante cinco meses entre el Ejército y los yihadistas afines al Estado Islámico (EI) capitaneado por el grupo Maute.

"¿Se puede pedir eso a una mujer, forzarla a esa situación?", manifestó Duterte, quien ya ha sido objeto de polémica en numerosas ocasiones por comentarios considerados sexistas, misóginos o despectivos hacia las mujeres.

El presidente filipino, de 73 años, admitió que hay cargos oficiales para los que las mujeres son más adecuadas que los hombres. "Estoy más acostumbrado a los hombres. Pero hay ciertos puestos, como la cartera de Turismo, que son adecuados para las mujeres", esgrimió el mandatario.

En el gabinete de Duterte figuran en estos momentos cinco mujeres, que están al frente de los departamentos de Turismo, Educación y Bienestar Social, así como en la Comisión contra la Pobreza y en la Comisión Nacional de los Musulmanes.

El presidente filipino, mujeriego confeso y conocido por sus habituales discursos fuera de tono, volvió a ser el centro de la polémica por este tema a principios de junio, cuando besó en los labios a una mujer en un acto público con la comunidad filipina en Seúl.

En febrero de este año, por ejemplo, instó a los militares a disparar en la "vagina" de las guerrilleras comunistas para que no pudieran procrear.

En el pasado llegó a bromear con el caso de una monja australiana violada y asesinada en 1989 y en otro discurso ofreció "42 vírgenes" a cada turista que visitara Filipinas.