Sobrina del profesor Villegas aseguró que imputados querían quedarse con sus bienes
Laura Díaz contó que "él siempre se preocupó mucho de ella, hasta el último momento".
Este martes se conoció el informe psiquiátrico de Francisco Silva, acusado de descuartizar al profesor Nibaldo Villegas y quien no padece ninguna enfermedad mental, sino que la finge.
La familia del docente entregó detalles este miércoles sobre el caso y la visión que tienen del paramédico y de Johanna Hernández, ex pareja de Villegas y amante de Silva. Dos mujeres muy cercanas dieron testimonio en "Muy buenos días".
"Francisco siempre se vio un hombre manipulador. Los dos se manipularon el uno al otro y lo llevaron a armar estos que hicieron. Siempre que él se veía en la audiencia, que se movía, pensábamos que un show", explicó Laura Díaz, sobrina de Nibaldo.
"Todo lo que hicieron fue tan armado, tan bien hecho que nunca se imaginaron que iban a descubrirlos. Ellos pensaban que lo estaban haciendo muy bien", agregó Díaz, quien asegura que ambos se potenciaron.
"Para mí los dos son los culpables y armaron esto. Ella no tenía buen pasar económico, era mi tío el que la ayudaba. El también tenía deudas. Entonces los dos les servía, por ambos lados, que mi tío no estuviera. Porque ellos pretendían quedarse con sus cosas", explicó la joven.
"Ella siempre se mostraba cariñosa cuando la veíamos, al principio. Él siempre se preocupó mucho de ella, hasta el último momento. También estaba muy preocupado de lo que nosotros (la familia) pensábamos de ella, porque siempre se lo hacíamos saber", agregó Laura.
Wilma Villegas, hermana del profesor, contó que "yo estuve en contra de esta relación, porque yo amaba a mi hermano. 'Yo pienso con la cabeza fría, no como tú lamentablemente', le dije. Ahora, en cuanto al examen psiquiátrico de este asesino, nosotros sabíamos pero esperábamos tranquilos la confirmación de que él era un gran simulador".
"Uno era la diferencia de edad, que venía de un matrimonio anterior, con dos niños. Yo le dije que en lo económico también iba a ser difícil. Hicimos una reunión en la casa y él quería llevar a esta niña a la casa, pero nos opusimos. Al día siguiente llegó igual con ella", detalló Wilma.