A una la asesinó a balazos y a la otra a golpes: Los detalles del doble homicidio que estremece a Mendoza
El informe policial no ha podido determinar qué cuerpo pertenece a cuál de las dos mujeres presuntamente asesinadas por su hijo y sobrino.
Además los cadáveres presentaban "incrustaciones de hierro" lo que se podría atribuir a golpes de algún objeto del mismo material.
Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54) fueron encontradas enterradas en la casa del Gil Pereg.
Luego de que la policía argentina descubriera los cuerpos de las dos hermanas israelíes desaparecidas hace dos semanas, las autopsias correspondientes entregaron mayores detalles del estremecedor crimen.
Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54) fueron encontradas enterradas en la casa del hijo de una de ellas, identificado como Gil Pereg, al que habían ido a visitar en Mendoza.
Según consignó Clarín, el primer informe de las autopsias aún no logra determinar "cual cuerpo pertenece a Lily y cuál a Pyrhia. Para poder determinar esto se están realizando los estudios correspondientes de ADN cuyos resultados se están esperando", asegura un comunicado del Ministerio Público Fiscal.
El informe además detalla que una de las mujeres fue asesinada de tres balazos, y la otra presenta golpes y lesiones de arrastre; además el Ministerio Público confirmó que ambos cadáveres presentaban "incrustaciones de hierro en distintas partes del cuerpo", lo que se podría atribuir a golpes de algún objeto contundente del mismo material.
Los antecedentes el crimen
Las hermanas llegaron a Mendoza el viernes 11 de enero y desde el día siguiente no se supo más de ellas.
La investigación siempre tuvo en la mira a Gil Pereg, el hombre de 36 años que vivía en un predio ubicado en Guaymallén, en muy malas condiciones. La propiedad del hombre fue allanada en múltiples ocasiones, donde gracias a las investigaciones del caso, se logró comprobar que el ex soldado del ejército israelí no contaba con servicios básicos, pero si con armas registradas equivalentes a 53 millones de pesos chilenos.
La fiscal de homicidios, Claudia Ríos, lo imputó por "homicidio agravado por el vínculo en concurso real" (en el caso de su madre) y "homicidio simple" (por su tía), por lo que fue enviado a la cárcel, arriesgando una condena de cadena perpetua.