Trudeau, en la cuerda floja, se defendió tras ser acusado de interferencia política
Ex fiscal general afirma que el primer ministro canadiense la presionó para que influyese en un caso judicial.
La principal formación política de la oposición, el Partido Conservador, reiteró su solicitud de dimisión del jefe de gobierno.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se defendió este jueves de las explosivas declaraciones realizadas el miércoles por su exministra de Justicia en las que le acusó de presiones para que interfiriera políticamente en un caso judicial.
Trudeau intentó defenderse este jueves al asegurar que en ningún momento presionó a la exministra Judy Wilson-Raybould, para que ofreciera a la mayor constructora del país, SNC-Lavalin, un trato de favor que evitaría su enjuiciamiento criminal por supuestos sobornos a altos funcionarios del régimen del difunto líder libio Muamar el Gadafi.
"Yo, y los miembros de mi personal, hemos actuado siempre de forma apropiada y profesional. Estoy totalmente en desacuerdo con la caracterización que la exministra de Justicia y fiscal general ofreció en su testimonio", afirmó Trudeau.
El primer ministro añadió que la razón por la que estaba interesado en ofrecer a SNC-Lavalin un acuerdo de enjuiciamiento diferido, que evitaría su procesamiento por corrupción, era para proteger empleos en el país.
"Siempre hemos defendido y protegido empleos en Canadá. Pero siempre lo haremos respetando las normas", añadió Trudeau.
La defensa del primer ministro se produce menos de 24 horas después de que Wilson-Raybould sacudiera el mundo político canadiense con una explosiva declaración ante el Comité de Justicia de la Cámara Baja del Parlamento en la que acusó de presiones a Trudeau, a varios de sus principales asesores y a otros ministros.
"Durante cuatro meses, de septiembre a diciembre (de 2018), experimenté un esfuerzo consistente y sostenido por parte de muchas personas del gobierno para conseguir que interfiriera políticamente en el ejercicio de la discreción de la fiscalía en mi papel como fiscal general de Canadá en un esfuerzo inapropiado para asegurar un acuerdo de enjuiciamiento diferido para SNC-Lavalin", dijo Wilson-Raybould.
Las reiteradas negativas de Trudeau desde que se inició el escándalo el pasado 7 de febrero no han tenido ningún efecto para desactivar la crisis de gobierno, que de momento se ha saldado con la dimisión de Wilson-Raybould y del principal asesor del primer ministro, Gerald Butts.
Butts ha sido identificado como una de las personas del equipo de Trudeau que dirigieron la presión contra Wilson-Raybould.
Este jueves, la principal formación política de la oposición, el Partido Conservador (PC), reiteró su solicitud de dimisión de Trudeau y su exigencia de que la Policía canadiense investigue las acusaciones de Wilson-Raybould.
También este jueves, el presidente de la Cámara Baja del Parlamento canadiense aceptó la petición de los partidos de la oposición para la celebración en la noche de un debate de emergencia sobre el escándalo.
El escándalo y crisis de gobierno se produce meses antes de que se celebren en Canadá elecciones generales, previstas para octubre de este año.