Sacerdote Tito Rivera declaró en calidad de imputado en la Fiscalía de Rancagua
El religioso está acusado de abuso y violación en la Catedral de Santiago por parte de Daniel Rojas.
La diligencia se extendió por casi seis horas.
La diligencia se da en el marco de la ronda de interrogatorios en Rancagua a sacerdotes por los casos de abuso en la Iglesia.
El sacerdote Tito Rivera, acusado de abuso y violación en la Catedral de Santiago por parte de Daniel Rojas, declaró por cerca de seis horas en calidad de imputado este jueves en la Fiscalía de Rancagua, en la Región de O'Higgins.
A su llegada cerca de las 09:30 horas a la Fiscalía en compañía de su abogada María Pinto, Rivera -afectado por el mal de Parkinson- mantuvo silencio.
La abogada Pinto dijo que "no vamos a decir nada porque ya hablamos con los medios. Lo que teníamos que decir, ya lo dijimos. Vamos a declarar".
A la salida del recinto, alrededor de las 13:15 horas, el religioso tampoco quiso entregar declaraciones a la prensa.
Sí lo hizo su abogada quien manifestó que "somos una defensa y hemos ejercido nuestros derechos, pero mi representado declaró y su declaración nos es muy satisfactoria (...) Estamos contentos".
Respecto a si van a volver a declarar, la representante del sacerdote aseguró que "no lo sé, eso lo va a decidir el señor fiscal (...) Por supuesto tenemos la mejor disposición para colaborar con la justicia".
La abogada además fue consultada sobre si continúan diciendo que la denuncia es un montaje, como sostuvo Rivera en una entrevista, a lo que respondió que "eso dijo mi representado en una declaración y que yo sepa, no se ha retractado".
El pasado lunes, el religioso volvió a reconocer su homosexualidad, pero negó las denuncias en su contra afirmando que "me parece un montaje con fines de lucro ilegítimo".
La diligencia es parte de la ronda de interrogatorios en Rancagua en el marco de las indagatorias que lleva el Ministerio Público sobre las denuncias contra la iglesia católica por abusos sexuales.
Ya han declarado el obispo auxiliar de Santiago y administrador apostólico de Talca, Galo Fernández; el secretario general de la Conferencia Episcopal y administrador apostólico de la Diócesis de Rancagua, Fernando Ramos; el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí; y obispo Moisés Atisha de Arica, aunque este último se acogió a su derecho a guardar silencio.
Está pendiente la declaración del cardenal y arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien está citado para fines de marzo.