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Victima del imputado por desapariciones en Copiapó: "Tengo rabia porque salió antes de la cárcel"

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Autor: Cooperativa.cl

Se trata de una mujer atacada por el colectivero en 2005, caso por el que fue condenado a 24 años de presidio.

Por "buena conducta" fue liberado antes de cumplir la mitad de su condena.

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Un reportaje de Informe Especial (TVN) mostró este domingo el testimonio de una de las dos víctimas de robos con violación por los que Hugo Pastén Espinoza, el mismo hombre que hoy es el único imputado en los casos de asesinato y desaparición de tres mujeres en la ciudad de Copiapó, fue condenado hace 14 años.

Pastén, conocido como el "psicópata de Copiapó", recibió en julio de 2005 una pena de 24 años y un día de cárcel por el delito de robo con violación a dos mujeres en la ciudad atacameña, pero fue liberado antes de cumplir la mitad de su condena por "buena conducta".

Catorce años después, fue detenido por ser el principal sospechoso en el asesinato de Catalina Álvarez, Sussy Montalvan y Mariana Cabrera, todas desaparecidas en la ciudad atacameña en los últimos meses. Actualmente se encuentra en prisión preventiva y confeso. 

"Tengo rabia porque salió antes del tiempo y tiene muchos beneficios", afirmó una de las víctimas del caso de 2005, que fue denominada Ana por el equipo periodístico de TVN para proteger su identidad.

"Salió inmediatamente (de prisión) y empezó a hacer las mismas cosas y peores", dijo la mujer en el reportaje. 

La investigación reveló que cuando salió de la cárcel, Hugo Pastén comenzó a utilizar las redes sociales. En una publicación festejó que estaba en libertad y advirtió a quienes "le deben" que mejor "le paguen antes de que él los encuentre".

El abogado querellante del caso de 2005, René Navarro, señaló que Pastén "es un psicópata, pero no es una persona que esté enferma, él está en sus cinco sentidos", y recalcó que no debe percibirse como un tema patológico, sino como de responsabilidad total del individuo.

"Yo como abogado quedé afectado, imagínate las víctimas y familiares, esta cuestión es de terror, de terror profundo", agregó el letrado.

De acuerdo al reportaje, el modus operandi de Pastén era que primero robaba, llevaba a sus víctimas a sitios eriazos de Copiapó, en donde las amarraba y las violaba, además de golpearlas. Para ello utilizaba un cuchillo de 18 centímetros que sumada la empuñadura llegaba a 25 cms., según se estableció en el juicio que lo condenó en 2005. 

Desde enero de 2019 la violación aparece en la lista de delitos cuyos condenados deben cumplir al menos dos tercios de su condena para acceder a beneficios, por lo que un caso exactamente igual al de Hugo Pastén no puede repetirse.