Conductor alcoholizado que atropelló y mató a skater quedó libre y sin cautelares
La Fiscalía formalizó hoy a Martín Yáñez sólo por la ingesta previa al manejo: la muerte de Juan Pablo Rojas (16) no fue objeto de la acusación.
El persecutor Octavio Stuardo apuntó, sin embargo, que testigos y un informe de Carabineros señalan una acción "intempestiva" de la víctima como causa clave del accidente fatal.
La decisión de la justicia derivó en incidentes a las afueras del tribunal: compañeros de colegio y amigos de Juan Pablo Rojas agredieron a familiares del imputado.
Libre y sin medidas cautelares quedó Martín Yáñez, chofer que conducía bajo la influencia del alcohol al momento de atropellar y matar al joven skater Juan Pablo Rojas, de 16 años, la noche del viernes 15 de agosto en la intersección de Avenida Padre Hurtado con Chacabuco, en Concepción.
En la audiencia de formalización, la Fiscalía no solicitó medidas cautelares, decisión que explicó el persecutor Octavio Stuardo: "Conforme a nuestro principio de objetividad, como Ministerio Público, hasta el momento, la investigación que hemos formalizado al imputado es porque él conducía bajo la influencia del alcohol (...) En este minuto, ni siquiera, tengo antecedentes como para imputar un cuasidelito".
"El fallecimiento del menor también se va a investigar y, conforme a los antecedentes que tenemos en estos momentos, de acuerdo a la declaración de testigos presenciales el mismo día 15, como también el informe que realiza la SIAT de Carabineros, el menor habría cruzado de forma intempestiva delante del vehículo conducido por el imputado, y eso habría ocasionado que lo atropellara", agregó.
El defensor penal licitado Rodrigo Campos, en representación del imputado, dijo que "no obstante de esta circunstancia de la ingesta de alcohol, hay informes y declaraciones de ciertos testigos contenidos en la carpeta investigativa que hablan específicamente de una maniobra, en definitiva, de esta persona, la cual habría cruzado y se habría producido este impacto".
La alcoholemia marcó 0.75 gramos de alcohol por litro de sangre, razón por la que en las condiciones que ocurrió el accidente no es factible invocar la Ley Emilia, ya que solo opera en casos de conducción en estado de ebriedad.
Se decretó un plazo de tres meses para la investigación.
La decisión de la justicia derivó en incidentes a las afueras del Juzgado de Garantía penquista, donde compañeros de colegio y amigos de Juan Pablo Rojas agredieron a familiares del imputado.