Recluso lleva dos semanas en huelga seca al interior de la Cárcel de Chillán
El hombre fue condenado a 10 años de cárcel por robo con intimidación por un hecho acontecido hace casi un año.
Su huelga es por la decisión del tribunal de sentenciar a su pareja con cinco años de cárcel por el mismo delito.
Desde Gendarmería sostienen que la práctica demuestra que este tipo de acciones no consiguen modificar una sentencia ejecutoriada.
Gendarmería confirmó que un recluso de la cárcel de Chillán lleva dos semanas en huelga seca.
Se trata de Gustavo Pardo, condenado a 10 años de presidio por el delito de robo con intimidación al interior de un local comercial en el centro de Chillán, hecho acontecido el 30 de octubre del año pasado.
El recluso busca revertir la sentencia contra su compañera Vania Saldaña, quien fue condenada a cinco años de cárcel por participar del mismo delito.
"Ella no es con quien yo andaba. Como prueba se mostraron los registros de las cámaras e igual fue condenada, por eso esta huelga es contra el tribunal, llevo 13 días en huelga seca y no he tenido respuesta", dijo el recluso al diario La Discusión.
Cristian Montesinos, presidente de la Asociación de Funcionarios de Gendarmería de Ñuble, confirmó a Cooperativa que "a pesar de que no se le puede obligar a dejar la huelga, está siendo monitoreado por el equipo médico de la unidad penal ante la posibilidad de que requiera ser trasladado a la unidad de urgencias del hospital local".
El funcionario agregó que "la práctica de otros casos demuestra que este tipo de acciones no consiguen modificar una sentencia ejecutoriada. Hemos tenido internos que se han cosido los labios, cortado dedos, atravesado clavos en la boca, pero la justicia no funciona con medidas de presión".